Muchos ignoran que tomar líquido frío durante las comidas retrasa la digestión, ya que solidifica la materia aceitosa que se acaba de ingerir.
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Es común que después de una comida, ya sea el almuerzo o la cena, se ofrezca una taza de agua de hierbas. Y es que la mayoría de las personas beben jugos o bebidas mientras acompañan sus comidas, lo cual no es recomendable.
Muchos ignoran que tomar líquido frío durante las comidas retrasa la digestión, ya que solidifica la materia aceitosa que se acaba de ingerir. Por lo tanto, la ingesta reacciona con el ácido, se descompone y es absorbido por el intestino más rápido que el alimento sólido. Es así como recubre el intestino, para luego convertirse en grasa.
Por lo tanto, la manera más simple y efectiva de mejorar la digestión, o de hacerla más estable y balanceada, es precisamente ingiriendo agua caliente. Esto porque los alimentos se desintegran con mayor facilidad y fluyen libremente por el organismo. Además, ingerir una taza de agua caliente o de hierbas ayuda a desechar toxinas.
De hecho, en esta temporada primavera cuando muchos comienzan a hacer dietas para estar ad hoc en el verano, se le sugiere beber bastante agua caliente después de cada comida. Este hábito ayudaría a perder peso y a mejorar la descomposición de las grasas en el estómago.
La forma más sencilla de hacerlo es hervir agua y enfriarla un poco, hasta que pueda ser tomada a sorbos.
Beneficios al instante
-Limpia el sistema digestivo: Los intestinos se limpian de impurezas cuando el fluido toca sus delicadas paredes.
-Ayuda a desintegrar la comida: Permite que los alimentos sigan su camino con mayor fluidez dentro del cuerpo, además de mantener el sistema funcionado de manera armónica.
-Desecha toxinas: Los elementos execrables que circulan por todo el cuerpo deben ser despedidos, ya que tanto a corto como a largo plazo podrían representar un problema para la salud.
Pn/cp
AGENCIA UNO
