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"Historia Universal Freak II": Algunas curiosidades que no podrás creer

"Historia Universal Freak II": Algunas curiosidades que no podrás creer

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Los grandes personajes también tuvieron su "lado b". Nada de lo que está en el presente es casualidad.

"Historia Universal Freak II": Algunas curiosidades que no podrás creer
Miércoles 25 de enero de 2017 20:23
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Por: Pablo Yutronic G.

Un buen libro. Un buen autor

"No soy historiador pero me dedico a recopilar" ha asegurado en diversas entrevistas. Joaquín Barañao tiene 34 años y jamás estudio Historia. Sin embargo, toda su vida tuvo una habilidad innata para acordarse de cosas que nadie se acuerda. "Memoria de elefante pero malo para las caras" como ha dicho. Con el transcurso del tiempo se dio cuenta que comenzó a dominar muchos datos "x". Hizo una página web para almacenarlos (página que existe hasta el día de hoy). Luego de 13 años de recopilación de más y más datos quiso materializar su trabajo en tres grandes libros. "Los datos están. El desafío es hacer de esos datos una historia lógica y coherente" asegura.

"Historia Freak del Fútbol", "Historia Universal Freak I" e "Historia Universal Freak II" son los libros que ha publicado hasta el momento. Precisamente este último tuve la oportunidad de leer y quede loco. Básicamente es la continuación del tomo I, que habla desde el Big Bang hasta la Revolución Francesa. Y el tomo II habla desde Napoleón hasta hoy en día. "Las curiosidades ayudan a comprender la historia, son anclas para la memoria y genera felicidad entenderlas" ha señalado. Toda la razón, fue tal la felicidad que me generó en lo personal interiorizar esos datos y entender la historia desde ese "lado b", que a continuación contaré algunos de ésos que me llamaron más la atención. ¡Ojo que son sólo algunos, ya que su autor narra exactamente 763!

Imagen foto_00000015 Joaquín Barañao.

Datos Freak

¿De dónde parto? Desde Napoleón hasta hoy en día básicamente es un tiempo bastante considerable donde desfilaron por la pasarela de la historia muchos tipos. Personajes dentro de todo, comunes y corrientes, pero que fueron mutando con el transcurso de sus vidas, llegándose a convertir en lo que fueron. Pero bueno, me iré a la segura y partiré desde el comienzo con uno de los grandes de la historia:

Napoleón (1769-1821). Desde el primer minuto marcó la diferencia al nacer con dientes. Un bebé especial, imagíneselo. Ese "pequeño" francés, la verdad no era tan pequeño como creemos, medía 1.69, una estatura por sobre el promedio del francés del siglo XIX. "El caballo blanco de Napoleón" también es una mentira que nos hicieron creer a todos, ya que su animal llamado Marengo era gris. Se ha pintado blanco porque dicho color representa el poder, resaltando así la figura de un personaje que se tomó la molestia en 1797 de elegir los colores de la actual bandera italiana. Pero la verdad no fue tan creativo, simplemente reemplazó el azul que ocupa la bandera francesa, por su color favorito el verde.

Imagen foto_00000001 Napoleón y su caballo "blanco".

Los aportes de Napoleón fueron fundamentales. Las comidas enlatadas que compramos son gracias a él. Así es. Hizo un concurso para solucionar ese "dolor de cabeza" de cómo las tropas podían cargar el alimento a grandes distancias. Bueno, este concurso lo ganó un tal Nicolás Appert. Él llegó con las latas, a quién tardaron años en pagarle el premio. Las latas estaban y durante décadas se abrían a puro palo, piedra y una que otra rabieta. 46 años después se crearía el abrelatas.
Si de grandes personajes hablamos, y nos centramos en el campo de las artes y la filosofía, ahí encontramos tipos con conductas imposibles de creer.

Por ejemplo Kant (1724-1804), este alemán le gustaba tanto pero tanto pensar, que nunca en su vida salió más allá de 15 kilómetros de su ciudad natal. Era tan obsesivo y puntual que los vecinos aprovechaban de ajustar sus relojes cuando realizaba sus caminatas diarias. Antonio Gaudí (1852-1926) fue un famosísimo arquitecto catalán, paró Barcelona solo y siete de sus obras han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Lamentablemente su muerte en 1926 fue algo medio tragicómico. Fue atropellado por un "bus". En ese momento iba con ropa destartalada, por ende, lo dejaron botado en la calle, ignorando todos los la identidad del famoso artista. Quién lo atropelló pensó que no tendría dinero para el hospital. Acto seguido, murió en un centro asistencial de la más baja calaña. Pobre Antonio, no lo merecía.

Ahora, el pintor Vincent Van Gogh (1853-1890) superó todo límite, cortándose el pómulo izquierdo de su oreja, envolviéndolo y dejándoselo como regalo a una prostituta francesa. (El grupo español se debería haber llamado "El pómulo de Van Gogh"). El holandés vivió sus últimos años desquiciado, alucinando y con cuadros serios de depresión. Por suerte su agonía acabó tras morir tan sólo a los 37 años de edad.

Imagen foto_00000002 Retrato de Vincent Van Gogh con su oreja cortada.

Pablo Picasso (1881-1973) también fue un tipo que lo pasó bien mal la verdad. El pintor español se fue a probar suerte a París a los 19 años, lugar donde experimentó la pobreza a grandes escalas. Tan así, que pintaba en las noches para ocupar la cama de un amigo durante el día y así no pagarle. Pablo pasó frío, y mucho. Ante esto, no encontró mejor idea que quemar sus propios cuadros para calentarse en la calle. Albert Einstein (1879-1955) también "bailó con la fea". El pequeño Albert era distraído y un profesor "bastante visionario" osó en decirle "no harás nada útil en el futuro". Postuló a la Escuela de Zúrich y reprobó los exámenes de admisión. ¡Qué tal! Después logró finalmente graduarse como matemático y físico. Pero estuvo años haciendo clases a un par de cristianos por una broma de plata. Ya desesperado, Albert conoció el "pituto". Un amigo lo llevó al lugar donde comenzaría su meteórica carrera. Lo que siguió no es novedad. Einstein murió en un hospital en 1955 en Estados Unidos. Segundos antes de fallecer dijo unas palabras, pero lamentablemente la enfermera que se le acercó no hablaba alemán. ¡Quizás que habrá dicho!

Imagen foto_00000003 El "despistado" Albert cuando niño.

Finalizando el recorrido de personajes que marcaron el mundo, imposible no mencionar a Hitler (1889-1945). Considerado una de las figuras más perversas de la historia, llama la atención que haya participado siendo niño en un coro de iglesia, sintiendo inquietud por el sacerdocio. El pequeño Adolfo sufría tétricas pesadillas. El médico de familia le consultó a un tal Sigmund Freud que podía hacer con Hitler. La respuesta: Internarlo. Sin embargo, papá Hitler nunca estuvo de acuerdo con esa medida. En fin. De nada sirve preguntarse a esta altura de la vida que hubiese pasado si........ Ya está. También es difícil de asimilar que un soldado británico en la Primera Guerra Mundial tuvo cocinado a Hitler en sus piernas, listo para dispararle. Años después, este inglés confesó que "no podía matar a gente herida" ¿Qué hubiese pasado si?

Imagen foto_00000004 Adolf Hitler en sus últimos años.

Ya que estamos ubicados a principios del siglo XX, un hito que marcó muy fuerte aquella época fue el mítico naufragio del Titanic (1912). Este barco fue construido por los británicos para aparentar y dar una muestra de superioridad al mundo. Tal así, que la cuarta chimenea del barco no servía para nada, simplemente tenía fines estéticos. Una lástima, ya que podría haber sido ésa chimenea la que mató a Fabrizio, el amigo italiano de Jack Dawson en la película.

Sin embargo, el caso del marinero llamado Morgan Robertson (1861-1915) rompe toda lógica. Este marinero inglés, que aparte de ser hombre de mar, le gustaba escribir, era novelista. Resulta que catorce años antes del hundimiento del Titanic -1898 para ser más exactos- escribió una novela sobre un barco británico ostentoso y de gran tamaño, tripulado por la alta alcurnia de aquellos tiempos y que chocaba con un iceberg en medio del Atlántico. Eso no es todo. En esa novela que escribió Morgan, ese barco no poseía los botes necesarios para todas las personas y se hundía en un mes de abril. Aquel barco que se imaginó este creativo escritor lo llamó "Titán". ¿Un vidente? ¿Un visionario? ¿O simplemente coincidencia? Lo cierto es que todo lo que imaginó, sucedió.

Imagen foto_00000005 "Ni Dios es capaz de hundirlo" decían. El Titanic.

Napoleón, Picasso, Van Gogh, Kant, Gaudí, Einstein, Hitler y el Titanic. Mucho de Europa. Es momento de irse a Estados Unidos, la casa central de América. Uno de los símbolos más representativos de los gringos –aparte del águila de su escudo nacional- es el conocido Tío Sam. Ese caballero de pelo blanco con barba que viste una ropa con los colores de la bandera y que simboliza el capitalismo y raíces estadounidenses. Tan famoso que hasta el grupo Ska-p se acordó de él y le dedicó una canción.

En fin. Como todo en la historia tiene su origen y su porqué, efectivamente el famoso Tío Sam existió. Así es. Era un empresario llamado Samuel Wilson (1766-1854), y se dedicaba a envasar carnes. En 1812 cuando Estados Unidos luchó contra Inglaterra, este tipo fue el encargado de abastecer de comida al ejército norteamericano. En cada barril de carne, Wilson imprimió las iniciales "U.S". Los soldados de forma irónica llamaban a estos envases "Uncle Sam". De ahí surgió el mítico y famoso Tío Sam, producto de la burla y el chiste.

Imagen foto_00000006 El Tío Sam.

Sigamos en Estados Unidos. Los gringos a fines del siglo XIX se convirtieron en una máquina de producción de cultura popular. El rugby, un deporte británico de elite y para pocos, lo popularizaron a escalas inmensurables con coloridos, música, espectáculos y comida. Así fue como nació el futbol americano. Por esa razón, no es de extrañarse que el Súper Bowl sea un espectáculo tan apoteósico y mueva a todo un país. Básicamente en ese evento se ven las raíces y el ADN del estadounidense común y corriente, gozando del show con su vaso de cerveza y su perro caliente apoyados en la panza.

Imposible si hablamos de futbol americano no hacer mención al otro deporte más popular de Norteamérica, el básquetbol.
Este deporte nació producto del ocio y matar el tiempo. ¿Cómo eso? Así es. En Massachusetts los inviernos son crudos y terribles. Ante esto, y para no aburrirse durante la temporada, en una escuela de aquel estado colgaron dos canastas en altura a las cuales había que achuntarle con pequeñas piedras. Sí. Ese es el origen del Básquetbol.

Imagen foto_00000007 La "fonda" estadounidense. Súper Bowl

Ya para finalizar y continuando con este temita de los juegos y deportes. ¿Quién no jugó al Monopoly alguna vez? Ahí en casita con amigos, con la familia, divirtiéndose inocentemente. Sin embargo, la razón por la cual fue creado este juego se aleja un poco de la mera diversión. Este juego de mesa lo creó una tal Elizabeth "Lizzie" J. Phillips en el año 1904 con la intención de poder reflejar a los niños y jóvenes, la tiranía, injusticias y explotación del sistema capitalista. La idea era que a través de este jueguito, las futuras generaciones cargaran sus consciencias con el peso de su entorno del cual estaban inmersos.

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