Empresarios de la televisión de pago reunidos en Miami (EE.UU.) advirtieron hoy que el modelo de vídeo bajo demanda o "streaming" puesto en marcha por Netflix supone una "amenaza" para los operadores tradicionales de una industria que mueve anualmente más de 27.000 millones de dólares en Latinoamérica.
Ariel Barlaro, vicepresidente de Dataxis Latin American, dijo a Efe que está en juego quién se queda con un mercado que actualmente tiene en Latinoamérica 53,7 millones de suscriptores de televisión de pago, ya sea por cable o satélite, ante la "amenaza" de servicios nuevos como Netflix, que en breve será secundada por una potencia televisiva como HBO.
"Esta industria, en Estados Unidos y en América Latina, se pregunta hoy cómo va a ser en el futuro", agregó Barlaro, ejecutivo de la compañía organizadora del foro NextTV Latin America, que reunió a cientos de empresarios del sector en Miami.
Los llamados over the top (OTT), como Neflix, ofrecen "una solución directa de entretenimiento" a menor precio, aunque dependen de la "calidad de internet que pueda tener el usuario", indicó David Guerra, vicepresidente de Emerging Markets Communications (EMC), un proveedor mundial de comunicaciones terrestre y satelital.
Guerra aseguró a EFE que este nuevo competidor ha generado el recelo de los operadores de cable.
La transformación de esta industria, explicó Barlaro, "vincula completamente" a Latinoamérica con Estados Unidos, ya que la región ya ha adoptado la "programación, modelo de negocio y formato estadounidenses".
El millonario negocio podrá estar en manos, según el experto, de "los operadores tradicionales, los nuevos servicios como Netflix y otros que seguramente irán a Latinoamérica, o directamente los estudios o grupos de medios de comunicación".
Barlaro aseguró que ambas regiones enfrentan el mismo dilema, pero mientras en Estados Unidos el mercado de la televisión de pago se saturó, al llegar al 90 % de penetración en 2013, en Latinoamérica ha sido un "boom" en los últimos años al pasar del 20 % de penetración de 2008 al 40 % este año, con proyecciones de alcanzar el 55 % en 2018.
Agregó que en Estados Unidos servicios como Netflix están generando desconexiones para los operadores de televisión de pago, mientras que en Latinoamérica ha sido muy "compensado", porque la región no tiene los niveles de penetración estadounidenses, y el cable y satélite son mercados "florecientes".
"Netflix se está convirtiendo prácticamente en el quinto operador en Latinoamérica", advirtió, sin embargo, el experto.
Esta plataforma estadounidense de cine y televisión por internet llegó a Latinoamérica en 2011 y ya cuenta con 3,3 millones de suscriptores, según datos de este año de Dataxis Latin American, compañía especializada en el negocio de la televisión.
En Latinoamérica, la mexicana América Móvil y la estadounidense DirecTV se llevan prácticamente la mitad del mercado, con 14,3 y 12,3 millones de suscriptores, respectivamente, y le siguen la mexicana Televisa, con 8,4; la argentina Cablevisión, con 3,5 millones; y la española Telefónica, con 3 millones.
Las alertas en esta industria saltaron a mediados de octubre cuando la estadounidense HBO anunció que a partir de 2015 iba a abrir en Estados Unidos la suscripción directa al usuario final, saltándose a los operadores de televisión paga tradicionales.
En el foro de hoy, los ejecutivos de canales de televisión y de operadores de cable se mostraron muy cautelosos, después de que el anuncio de HBO generara polémica en el sector.
La creciente competencia, principalmente por parte de Netflix, Hulu y Amazon.com, y los cambios en las tendencias de los consumidores llevaron a HBO a volcar sus productos en internet y apostar por el mercado del vídeo por "streaming" (emisión en directo).
"Esta convergencia al final es en beneficio del usuario final, porque ha hecho despertar a las compañías de cable" para que mejoren sus servicios si quieren retener a los suscriptores, agregó Guerra. EFE
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