Una emotiva carta relata una de las realidades más difíciles de asimilar en un mundo convulsionado por la individualidad de las personas.
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El marido le dice a su señora, Anoche soñé con tu Iphone y este me decía: "Si yo fuese como él un día, tus manos me atraparían y tus dedos tocarían cada rincón de mi cuerpo.
Todos tus sentidos estarían atentos a mi ubicación y a cada señal que yo de. Así, tus sonrisas florecerían cada vez que me miras.
No te despegarías de mi, siempre me llevarías contigo, algunas veces entre tus manos, otras en la cartera, también en tus jeans rozando ese hermoso trasero y en los días de suerte...me guardarías cálidamente entres tus pechos.
No dudarías por un instante invitarme al baño para conocerte más.
Nadie podría separarme de ti. Hasta en las reuniones con amigas yo podría entrometerme.
Veríamos juntos esas imágenes que tanto te provocan.
Tendríamos esas conversaciones ardientes cuando nadie nos observa.
No dejarías que nadie se me acercara y me explorara.
A tus reuniones de trabajo me llevarías y me guiñarías un ojo de vez en cuando.
Cada tiempo libre o descanso tu prioridad sería hacer conmigo lo que más te gusta.
Todo lo confiarías en mí, te despertaría cada amanecer con la mejor melodía o con un suave tiritón, te llevaría la agenda durante el día, tomaría nota de tus tareas, de tus períodos, contactaría a quienes requieras, te ayudaría con los cálculos y hasta te diría que ponerte porque puede llover.
Guardaría tus mejores recuerdos y botaría al papelero todo lo que no vale la pena. Sería el sexsymbol de tus sueños, tu personal trainer, tu guía pascuense, el artista que más te gusta y tu mejor asistente"
Al despertar, lo miré de frente y le dije: "tienes razón, aunque yo ponga el mayor esfuerzo en todo esto, no podré superarte nunca Iphone, pero tú jamás podrás decir que lo haces por gusto, siempre te obligan, en cambio yo, con batería o sin ella, lo hago voluntariamente y todo ...por hacerla feliz"
Pn/Jv
