Yoenis Céspedes se convirtió el 2011 en un ícono de la sociedad cubana. El deportista escapó del país para conseguir un mejor vivir.
"Los atletas no reciben el trato que merecen. No reciben el salario que realmente ganan. Eso hace que los jugadores cubanos se vayan de la isla", así relataba en marzo del 2012 el beisbolista cubano Yoenis Céspedes su escape de la isla el verano del 2011. "A mi mamá, apenas, me la pude traer hace tres meses... En Cuba todavía tengo a mi papá y mi abuela, además de varias amistades. Una o dos veces al mes tengo contacto con ellos", agregaba el deportista.
El nacido en el municipio de Campechuela, dentro de la provincia de Ganma en el sur de Cuba, vio en su salida la posibilidad de mejorar de gran manera su calidad de vida. Y no estaba equivocado.
De jugar en el modesto Alazanes de Granma, equipo amateur de la Serie Nacional de Beisbol de Cuba, pasó a jugar en los reconocidos Mets de New York, una de las franquicias más importantes de la Major League Baseball (MLB).
¿Pero cómo se gesta esta historia?
El 2011, Céspedes se convierte en el principal desertor del gobierno cubano. El deportista escapó en una lancha rápida realizando un viaje de 23 horas con rumbo a República Dominicana. Posteriormente, pasó por México para llegar a Estados Unidos, lugar en el que los Atléticos de Oakland lo contratan por cuatro años a cambio de US$ 36 millones.
Los motivos radican principalmente en tres factores: el primero fue un enojo por parte del deportista luego de ser desplazado de su lugar en la selección cubana. "En la escuadra nacional, tienen un equipo A, uno B y uno C. Yo era líder en jonrones, y me pusieron en el C. El peor", explicó Céspedes. El segundo motiva radica en el deseo del jugador por participar en las "Grandes Ligas", la competencia más importante del planeta (MLB). Finalmente, se sabe por declaraciones del jugador que siempre quiso tener la oportunidad de conseguir mayores ingresos, algo que la Liga Nacional de Beisbol no le ofrecía."Nada más al llegar a este país fui consciente de que podía tener lo que quisiera, así que trabajé duro para conseguirlo", explicaba Yoenis al fichar por los Mets.
La salida de Céspedes del país, supuso un gran debate en la isla del Caribe. De hecho, en septiembre del 2013 el gobierno cubano abrió las fronteras de su país para los deportistas, con el fin de evitar deserciones. Con esto, los deportistas isleños podrían fichar en el exterior y se les subirían los sueldos.
Vida Actual
Uno de los aspectos más impactantes en la vida de Yoenis es el considerable aumento de las arcas del deportista. De viajar en bicicleta o a pie a los entrenamientos de los Alazanes, pasó a tener un vehículo para cada día de entrenamiento.
Los domingos y lunes, un Ford F-250 personalizado, el que posee un valor de más de 60.000 dólares. Los martes, su favorito, un PolarisSlingshot de tres ruedas. Los miércoles opta por el Lamborghini Aventador y los jueves un Alfa Romeo 8C Competizione. Por si acaso, los viernes queda la última edición del "salvaje" Jeep Wrangler.
Todos estos lujos son gracias al jugoso contrato de 75 millones de dólares firmados por las próximas tres temporadas en el equipo de Nueva York. El ganar el derby de Home Runs en 2013 y 2014, fue un impacto gigante en su carrera. La llegada desde Tigres de Detroit, significó que el alicaído equipo de Manhattan lograra clasificar a las Series Mundiales tras 15 años de ausencia. Veinte victorias en 28 juegos comenzaron a dar por pagado su arribo.
Céspedes celebra, y celebra a lo grande. En una de sus fiestas, The New York Post relata que el cubano mató una vaca para agasajar a sus invitados. Un asado que en la isla del Caribe es penado con hasta 18 años de prisión, ya que el ganado se encuentra bajo estricta vigilancia del estado.
AGENCIA UNO