El italiano, mundialmente conocido por sus diseños de moda ha ampliado su rubro al área de los licores.
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Hace un par de años, el italiano amplió su marca a un ámbito que a él le gusta bastante: el vodka.
Roberto debía innovar, y lo hizo. Este particular vodka no se elabora ni en Polonia ni en Rusia. El florentino sigue su esencia, montando la producción de este destilado en Italia. El trigo base es del valle del rio Po, en Los Alpes. El agua utilizada en el proceso de dilución fluye directamente desde el Monte Roso, la cual posee un muy bajo nivel de contenido mineral, multiplicando la calidad del vodka. Su sabor posee sutiles toques dulces, con notas picantes y cítricas.
La versión lanzada este año es la segunda de una serie de ediciones limitadas de Roberto Cavalli Vodka. Camaleón -como se le ha denominado- no es un nombre escogido al azar. De hecho, es la muestra de la perfección de la nueva botella, la cual increíblemente cambia de color.
Del morado pasa al verde y del turquesa al violeta, todo esto según la luz y el ángulo de visión que posea el espectador. Este efecto se consigue al trabajar con la reflexión y refracción de la luz en la superficie de la botella.
El logo de Roberto Cavalli Vodka, se marca en dorado, mientras que al ir descendiendo por este print animal -similar al de las mariposas- se va convirtiendo en negro al llegar a la parte baja de la botella, lugar donde se sitúa la firma del diseñador italiano.
Camaleón se produce solo en un tamaño de 700 ml y está siendo comercializada en una selección de países de todo el mundo. Su valor promedia los 30.000 pesos.
AGENCIA UNO
