Consumir abundante agua y alimentos que contengan vitamina C, como la naranja, el limón y el tomate, y zinc, como el maní, las espinacas y el brócoli son algunos de los hábitos recomendados por los expertos para "sobrevivir" a los episodios ambientales.
Son 10 en total las preemergencias ambientales que ha decretado la Intendencia Metropolitana en la capital durante este año. La ausencia de lluvia y la escasa ventilación en la cuenca de Santiago han convertido la ciudad en un núcleo de contaminación, el que cada día se torna más prejudicial para la salud causando enfermedades respiratorias que aquejan especialmente a los adultos mayores de 65 años y a los menores de seis.
"A mayor contaminación hay mayor cantidad de enfermedades respiratorias porque la contaminación alberga sustancias que irritan el aparato respiratorio y un aparato respiratorio más irritado es más propenso a tener virus e infecciones", explica la pediatra de la Universidad Católica, Sara Concha.
Otros aspectos que contribuyen a generar estas patologías son, por una parte, el aumento de la aparición del Virus Respiratorio Sincicial (VRS) y, por otra, el hecho de que en esta época las personas suelen quedarse adentro de espacios cerrados, lo que aumenta aún más las posibilidades de contagio.
Para combatir las enfermedades respiratorias, hay que, en primer lugar, alimentarse saludablemente para así fortalecer las defensas. Según explica la doctora Concha, en esta época es importante consumir mucha agua y alimentos que contengan vitamina C, como la naranja, el limón y el tomate, y zinc, como el maní, la espinaca y el brócoli. "Si la gente incorpora a su dieta estos alimentos no necesitará suplementos alimenticios", asegura.
Por otra parte, recomienda que los menores y los adultos eviten, en la medida de lo posible, asistir a servicios de urgencia clínica, ya que son importantes centros de contagio. Así también es relevante mantener las manos limpias, desechar inmediatamente al basurero los pañuelos que se usan para sonarse y, al toser no taparse la boca con la mano, sino con el brazo para así evitar potenciales contagios.
Por último, el frío paraliza los cilos, o filamentos del aparato respiratorio, impidiendo su trabajo, por lo que es importante mantenerse abrigado.
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AGENCIA UNO