Este régimen se caracteriza por ser rico en verduras, frutas frescas, legumbres, cereales integrales, y productos mínimamente procesados.
Nuestro ritmo de vida cada vez más acelerado y con poco tiempo para sentarnos a comer, provoca generalmente una alimentación inadecuada. Lo que que nos lleva a consumir productos con altos índices de grasa y muy poco saludables para nuestro organismo.
En este escenario, la dieta mediterránea se asoma como una real alternativa para adoptar hábitos mucho más sanos en nuestra rutina diaria. Esto porque se basa en los alimentos que son propios de la agricultura local de los países que tienen clima mediterráneo, con un consumo mínimo de carnes e hidratos de carbono.
Existe una serie de características comunes en esta dieta. Entre ellas, un alto consumo de verduras, frutas frescas, legumbres, nueces, semillas, y algunos tipos de cereales integrales. El ingrediente esencial en la dieta Mediterránea es el aceite de oliva, el cual es utilizado para cocinar y también como aderezo.
Lo más importante es que deben consumirse cantidades moderadas de pescado, quesos y yogurt, incluyendo también el vino. Todo complementado con un estilo de vida lo más activo posible, ya que hacer ejercicios al menos unos treinta minutos al día es una regla básica.
La dieta Mediterránea ha sido calificada como una de las más completas que existen en la actualidad y los beneficios no son menores: combate la obesidad y ayuda a controlar el peso, pues incrementa la sensación de bienestar físico; mejora el funcionamiento de diversos órganos como el riñón y el corazón. Y según estudios, puede disminuir las probabilidades de padecer ciertos tipos de cáncer.
Pero como todas las dietas, también tiene algunos puntos en contra, que hay que considerar. Seguir esta dieta puede provocar que los niveles de hierro y calcio se reduzcan, debido a que el consumo de lácteos y carnes se disminuye. Por eso es muy importante consultar a su médico personal antes de seguir una dieta.
Tips básicos sobre la dieta mediterránea:
- Consumir dos litros de agua al día.
- Respetar los horarios de comida sin saltarse ninguna.
- Escoger carnes magras como pollo y pavo.
- Ingerir una buena ración de cereales.
AGENCIA UNO