Problemas a la vista como la miopía, la hipermetropía o el estrabismo afectan a más del 20% de los niños en edad escolar. Si el niño ya ha cumplido los 5 años y está en el colegio es fundamental chequear su visión para evitar problemas de aprendizaje.
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Según explica la doctora Galia Gutierrez, oftalmóloga de Puerta del Sol, los niños no saben que es ver mal porque solo tienen su propia experiencia visual y no comparan su visión con otros compañeros.
Sin embargo, hay ciertos síntomas que nos pueden alertar de que algo no anda bien. Entre ellos enumera: retraso en el aprendizaje de la lectura, el que el niño cambie letras y números, pierda la atención más fácilmente que sus compañeros, parpadea excesivamente o guiña los ojos con frecuencia, se acerca mucho al papel cuando lee o adopta una posición viciosa de la cabeza, por ejemplo, de lado, le pican los ojos y con menor frecuencia acusan dolor de cabeza.
Para chequear la visión de un niño se practican algunos exámenes como mostrarles letras estandarizadas de distintos tamaños para comprobar cómo los ve. Se realizan examenes automatizados para determinar una graduación aproximada del defecto refractivo que puede afectar su capacidad de enfoque, la cual se diagnostica y se mide en forma precisa con la prueba subjetiva de la visión con tablas estandarizadas.
Problemas Visuales más Frecuentes en los Niños
Miopía: Cuando el niño ve claramente los objetos cercanos, pero no los lejanos. Este problema se corrige con lentes.
Hipermetropía: Al niño le cuesta enfocar. Si es leve, la acomodación del ojo lo corrige, a no ser que el defecto sea moderado a severo.
Astigmatismo: Se caracteriza por una alteración en la curvatura de la córnea que tiene como consecuencia la percepción borrosa de las imágenes. La mayoría de las veces aparece en el nacimiento y puede ir cambiando con el tiempo hasta estabilizarse en la edad adulta. Puede ser leve, moderada o alta.
Ojo vago o ambliopía: Es la pérdida de visión en uno o los dos ojos y es causada por un defecto en la formación de la imagen retinal durante la edad infantil. Si no se corrige a tiempo, es posible que el pequeño no logre el 100% de visión con los dos ojos ni siquiera utilizando lentes.
Ver con un parche el ojo que ve bien para estimular el ojo perezoso y ayudar al otro a ver mejor. Estos se producen en los primeros 10 años de vida, edad sensible del desarrollo visual.
Pn/gm
Agencia Trayectos.
