El consumo de esta planta tiene como principales beneficios el cuidado de la salud arterial, beneficia el hígado, mejora la digestión y ayuda al sistema inmunológico.
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Las alcachofas traen una gran cantidad de beneficios al cuerpo, desde sus hojas hasta el corazón. Tiene múltiples antioxidantes, que se comparan con los que entrega una copa de vino o un puñado de arándanos. La presencia de antocianinas y quercetina ayudan al cuerpo a prevenir enfermedades como el cáncer, además de fortalecer las defensas.
El consumo de fibra es muy importante para el cuerpo, ya que ayuda a digestión y permite aprovechar más los nutrientes de los alimentos. La alcachofa contiene una cantidad considerable de fibra, principalmente inulina, que es un prebiótico que fortalece las bacterias buenas del intestino.
Además, esta planta se encuentra llena de hojas que ayudan a reducir los lípidos y el exceso de colesterol en el hígado, lo que permite que pueda realizar mejor sus funciones. Tambien colabora en las funciones diarias a este órgano fortaleciendo, regenerando y desinflamando sus tejidos.
Consumir entre tres y cuatro alcachofas en la semana es muy bueno para regular los niveles de sodio y potasio en el cuerpo. Otra opción es consumir el líquido que resulta de la cocción de ellas, lo que ayudará a regular la salud arterial.
Finalmente la alcachofa estimula la producción de bilis, lo que acelera el movimiento de los alimentos en el intestino. Aunque esto hace que no sea recomendable para personas que sufren cálculos en la vesícula.
AGENCIA UNO
