Llega septiembre y con él una nueva hornada de tendencias marcan el cambio de armario
Arranca la nueva temporada y con ella toca cambio de armario. La amalgama de tendencias de las pasarelas de Nueva York, París y Londres puede llegar a ser desconcertante ¿Que me pongo? Te contamos qué prendas no pueden faltar los próximos meses en tu armario para ir a la última.
- 'Seventies': En versión hippy, con botas altas y vaporosos vestidos estampados, o en clave sofisticada, al estilo de Studio 54. La agitada década de los setenta vuelve con su música, su desenfreno y su estética, como la tendencia más fuerte de las pasarelas, gracias a las colecciones de Louis Vuitton, Prada y Dior.
Consigue un look boho con un vestido de flores hasta los pies, acompañado por botas altas y melena al viento, y cámbialo por la noche por la combinación botines, falda de cuero ajustada y camisa con detalles metalizados.
- Abrigo XXXL. Con la llegada del frío en el cuerpo necesita cubrirse con texturas cálidas. El abrigo, en infinidad de texturas y estilos, alarga su corte a ras de suelo para convertirse en la prenda comodín del día: confeccionados en tweed, cachemir o piel vuelta, esta prenda es el perfecto aliado de una minifalda, un traje de chaqueta pantalón o un sofisticado vestido de noche al que se quiere dar un toque sobrio. Todo vale cuando el objetivo es conjugar el verbo abrigar.
- Lejano Oriente. Anna Wintour -editora de Vogue USA- es más poderosa que cualquier diseñador. Por eso, la gala del MET, que organiza personalmente cada año, se ha convertido en una pasarela más, y su última edición, dedicada a China, no ha sido menos. Cuellos mao, tonos rojo carmín, amarillo crisantemo y azul pavo real, acompañado por bordados venidos del lejano oriente, trasportarán nuestro fondo de armario a un universo plagado de dragones, motivos florares y ojos rasgados.
- Vuelta al cole. La clásica falda tableada se reinventa esta temporada con una interpretación más sensual y revitalizada. En clave lady y largo midi, las tablas se desestucturan, juegan efectos ópticos, trampantojos y binomios de color, que se revelan al andar y conquistan las propuestas de Marc Jacbos, Valentino o Dior.
- Carta de color. Frente al sobrio negro y azul oscuro que marca las propuestas invernales, los próximos meses el armario virará hacia tonos vibrantes, como el naranja teja y el mostaza. El tono terracota de ladrillos, tejados y campos de cultivo tiñe vestidos, abrigos y accesorios, mientras que el amarillo se declina en su tonalidad más apagada, para poner la nota de color de las noches. Vestidos vaporosos de Roberto Cavalli, sofisticados trajes cóctel de Prada o futuristas monos serán la propuesta más arriesgada del armario.
- Punto. Tras una época marcada por el futurismo, la estética campestre, el sello "handmade" y el estilo folk han conseguido encontrar su hueco en el armario. Las agujas de tejer se reinventa con una estética más moderna que incluye pantalones "jogger" o vestidos de noche, que ganan en sofisticación y estilo, gracias a nuevas texturas como el brillo del lurex o los abalorios de metacrilato. De Victoria Beckham a Michael Kors, todos se apuntan a esta tendencia.
- Mirar por un agujero. El arte del troquelado -perforar una tela como si fuera una impresión-, ha cautivado a la pasarela. Círculos, estrellas, cuadrados y formas abstractas se abren paso en las telas para aportar un toque de sensualidad y descaro. Una opción para cada gusto, desde la sofisticada interpretación de Elie Saab a la sobriedad de Mugler, el armario agradecerá una prenda troquelada, con la que podamos jugar, a mirar y ser vistos.
- Los 80. Todo vuelve y la extravagancia de la década de los ochenta también. Los excesos de la década con sus colores chillones, sus patrones desmesurados, de grandes hombreras y pantalones anchos, vuelven a la pasarela con más fuerza que nunca. De J.W.Anderson a Moschino, pasando por la española Loewe, grandes cinturones, botines, estampados geométricos y tonos chillones, harán por destacar entre del resto de fondo de armario.
- Sporty: Los joggers han sido la prenda estrella de las dos últimas temporadas. La próxima no será menos. Su comodidad y las muchas posibilidades que las firmas han mostrado sobre la pasarela, permiten a esta prenda aparecer tanto por el día, acompañada por camisa y accesorios sobrios, como por la noche, conjuntada con un top de lentejuelas.
- A la cama. La relajación de los códigos de vestimenta ha conseguido que el pijama, el batín y la camisón salgan de su reclusión y se suban a la pasarela. Tejidos suaves y ligeros como el satén, patrones holgados, cómodos y amplios, se despojan de su carácter nocturno, y brillan con encajes y ribetes, a la luz del sol. Las modelos de Chloe, Vivien Westwood o Alexander Wang defienden esta propuesta con naturalidad.
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EFE