El bloqueo de una proteína provoca que el tumor deje de avanzar.
Un estudio liderado por el Institut de Recerca Biomèdica (IRB) ha descubierto que los tumores de mama dependen del suministro de grasas del exterior para poder seguir creciendo, según publica la revista "Nature Communications".
El trabajo, en el que han colaborado hospitales españoles y la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona, "podría abrir nuevas opciones terapéuticas" para combatir el cáncer de mama, ha informado este martes la institución en un comunicado.
La principal proteína que actúa en el proceso de captura de grasas es la LIPG, una enzima localizada en la membrana -capa exterior que envuelve las células- sin cuya actividad la célula tumoral no puede crecer.
El estudio, que ha analizado más de 500 muestras clínicas de pacientes con distintos tipos de tumores de mama, revela que el 85% tienen altos niveles de LIPG.
Según los investigadores, el bloqueo de esta proteína en modelo animales hace que el tumor deje de crecer, y la LIPG no es necesaria para la vida, por lo que su inhibición "generaría menos efectos adversos que otros tratamientos", según el investigador Felipe Slebe, primer firmante del trabajo.
"De prosperar una sustancia que la anulara podría convertirse en la base de una quimioterapia más eficaz, pero menos tóxica que las actualmente disponibles", según Gomis.
Novedad del trabajo
La novedad radica en que por primera vez se evidencia "la necesidad de las células tumorales de importar lípidos externos", puesto que hasta ahora ya se conocía que las células tumorales captan glucosa para crecer y que reprograman su maquinaria interna para producir muchas más grasas.
"Este nuevo conocimiento relacionado con el metabolismo podría representar un talón de Aquiles para el cáncer de mama", ha explicado el investigador Icrea y jefe del grupo del IRB Roger Gomis, colíder del estudio junto a Joan J.Guinovart, director del IRB.
En España, el cáncer de mama es el tumor más frecuente en mujeres y el cuarto en ambos sexos con más de 25.000 nuevos diagnósticos cada año, y cada año se diagnostican 1,38 millones de nuevos casos y se producen 458.000 muertes al año.
AGENCIA UNO