Se acerca la primavera y con ella las ganas de lucir esas floreadas blusas y cortos vestidos que hace un año guardamos en el fondo del armario.
Se acerca la primavera y con ella las ganas de lucir esas floreadas blusas y cortos vestidos que hace un año guardamos en el fondo del armario. Por fin, se acerca el momento, y la oportunidad de presumir de figura. No obstante, por más de una mente habrá pasado la idea de perder algún kilito que otro de más, antes de la arriesgada apuesta de cada año: ponerse el bikini.
Para ello, y contrario a lo que se pueda pensar -pues quemar calorías se asocia al calor, al sudor o al ejercicio- una de las técnicas más efectivas es aquella en la que se utiliza hielo, conocida como hieloterapia.
Concretamente, consiste en aplicar hielo sobre las zonas del cuerpo que están flácidas o sufren sobrepeso. El objetivo es reafirmar la piel y adelgazar moderadamente. Hay muchas formas de hacerlo: una de ellas es mediante una bolsa de gel, especialmente diseñada para este cometido, que se coloca en el abdomen a modo de cinturón. Esta bolsa se congela y se sitúa por un determinado tiempo en la zona deseada.
Otra opción es recurrir a una bolsa especial que contenga trozos de hielo o someterse a esta terapia por medio de una tina de baño con agua congelada.
Además, los centros de estética practican la hieloterapia con productos especiales para reducir y realzar las partes deseadas.
Someterse a la hieloterapia es ideal para reafirmar tejidos, por lo que se recomienda, especialmente, después del parto. Sin embargo, se puede aplicar también en el pecho cuando éste está caído y sin firmeza, pues es muy efectivo devolverle la forma y la tersura. Este tratamiento también es beneficioso para aquellos que padecen de ojeras, piel caída, muslos flácidos y abdomen abultado.
La hieloterapia ayuda a desintoxicar el organismo; actúa como un lifting para la piel flácida; reafirma y ayuda bajar de peso. Además contribuye a la circulación sanguínea cuando se acompaña con una terapia exfoliante.
Pn/cp
ATON CHILE