Muchas mujeres piensan que dormir con esta prenda íntima ayuda a fortalecer los senos y a evitar que estos se caigan pero lo cierto es que el sostén cumple un rol importante durante el día, aunque por la noche es mejor guardarlo en el cajón.
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Si eres de las que prefiere no sacarse el sujetador a la hora de acostarse, te contamos algunas razones para que dejes esa costumbre, pues aunque no lo creas, produce efectos negativos:
Dormir incómoda
Si constantemente te vas a la cama sin sacarte el sostén, comenzarás a sentir una presión en el pecho, y aunque no lo sientas muy incómodo, es probable que esa sea la razón de un mal despertar o cansancio durante el día. También puede causar una irritación en la piel y evitar que tengas un sueño reparador.
Quistes en las mamas
El uso de esta prenda durante la noche produce una inflamación, es decir, la correcta circulación se ve interrumpida, lo que culmina un la formación de quistes e incluso tumores –aunque no cancerígenos-.
Exceso de sudor
El uso excesivo del sostén, es decir durante el día y también en la noche, provoca que la temperatura del pecho aumente y que el sudor no se demore en llegar. A su vez, los efectos secundarios serán la irritación de la piel e incluso la aparición de alergias.
No detiene el efecto "gravedad"
Es simple, usar sostén provoca que los ligamentos de Cooper –sostenedor natural del pecho- dejen de ejercer su rol y descansen, pues la prenda íntima los releva pero ¿Qué pasa cuando no lo estás usando? Los ligamentos no estarán preparados y tus senos se verán caídos. Si bien, usar sujetador durante el día es una necesidad, hacerlo en la noche es innecesario ¡Evítalo!
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Pn/gm
