Ellos no tienen idea de lo que es tener dolor de ovarios e ir a trabajar, ni la tortura de depilarse con cera cada 4 semanas, ni lo que es cargar una panza enorme de 9 meses y parir un bebé. Ellos saben que las mujeres hacemos esas cosas, pero no las entienden y por eso, a más de uno se le escapa un "no es para tanto”.
Mujeres: No se trata de que su chico no tenga capacidad de comprender que, por ejemplo, es normal que el primer día de tu período menstrual estés como una loca histérica y que al día siguiente seas como un terrón de azúcar. ¡Es que le resulta imposible entender lo que nunca vivió ni experimentará en su vida!
Por eso acá te contamos lo que ellos NO entienden de nosotras, para que no te desesperes ni tengas la esperanza de que lo hagan.
1 Los cambios de humor con la menstruación
Los hombres pueden imaginarse lo molesto que debe ser estar todo el día con "dolor de ovarios", pero no entienden (de la forma en que las mujeres queremos que nos entiendan) todo el malestar que nos ocasiona la menstruación cada mes.
Tampoco entienden muy bien que los cambios de humor en esos días son causados por nuestras hormonas, les parece que somos bipolares, un día estamos hiperactivas y al otro lloramos por cualquier cosa.
Y ni hablar de que no entienden por qué le pedimos a una amiga que nos mire el trasero al levantarnos del asiento. Hombres: ¡es para estar tranquilas de que no ocurrió ningún accidente que nos pudiera manchar la ropa!
2 Por qué demoramos en arreglarnos para salir
Es cierto que hay hombres que son más coquetos que otros, se depilan, se hacen las cejas, incluso algunos usan máscara de pestañas transparente y maquillaje. Pero lo que ellos nunca entienden es que para una mujer, maquillarse, peinarse, vestirse y quedar bellas (como a ellos les gusta), ¡no se logra en 20 minutos!
Mucho menos pueden entender el shock emocional que nos causa, por ejemplo, el ponernos una blusa sin mangas y descubrir en ese instante ¡que olvidamos depilarnos! O que se nos haya acabado la base de maquillaje el mismo día en que nos salió un horroroso grano en el rostro. Pero jamás de los jamases entenderán lo que es ir al baño un día de playa y sorprenderse con la ropa interior manchada porque llegó el período, ¡y no tener nada para protegernos!
3 El embarazo y los dolores de parto
Que las hormonas, los pies hinchados, el aumento de peso... ellos saben que algo de eso nos afecta durante el embarazo, aunque nosotras sabemos que es todo eso y mucho más. Pero hay cosas que nunca van a entender, como el estrés que nos produce el que con una panza de varios meses no nos permita depilarnos la zona del bikini nosotras mismas y dependamos de un salón de belleza, que por tener los pies hinchados nuestros zapatos de siempre no nos sirven y necesitamos comprar nuevos -igual que sucede con la ropa-. Cosas que para ellos son un gasto innecesario en el embarazo, ellos jamás lo entenderán.
Pueden estar a nuestro lado para apoyarnos, pero nunca podrán entender cuánto duele traer al mundo a un hijo, ni tampoco lo gratificante que es abrazarle después de tanto dolor y sufrimiento. Parir a nuestros hijos hace que la alegría sea inmensa después de tanto dolor y padecimiento.
4 Cambios inevitables en el cuerpo
El cuerpo de la mujer va cambiando a lo largo de la vida, sobre todo después de ser madre. De hecho, hay ciertas partes que jamás vuelven a su sitio ni las verás como antes, y aunque a nuestras parejas les encante igualmente nuestro cuerpo... a nosotras nos cuesta mucho aceptar cada una de las marcas que el paso del tiempo deja en nuestra piel.
Y como no entienden que eso nos preocupa, y que además tememos que las arrugas o el lucir feas aumente las chances de que nuestro hombre se fije en otra mujer, tampoco entienden que necesitemos de múltiples cremas faciales y corporales. Para ellos es un gasto de dinero innecesario. (Habría que mostrarles una foto de antes y después para que vean qué tan innecesario es).
5 Por qué nos fijamos en cómo visten otras mujeres
Ellos suelen creer que cuando las mujeres miramos a otra mujer que va por la calle, lo hacemos para marcar presencia y emitir señales de que nadie se atreva a fijarse en nuestro hombre porque tiene dueña. Algo de cierto hay en eso, pero las mujeres también nos podemos fijar en lo que lleva puesto otra mujer porque algo de su outfit nos gusta o (seamos sinceras) para criticarla.
Por ejemplo, "esos tacones hermosos que lleva puestos, en dónde los habrá comprado, yo quiero unos iguales", o "que horrible que le queda esa blusa, no se miró al espejo antes de salir, pobrecita".
Amiga, ya no trates de que tu chico entiendas algunas de estas cosas que sólo nos pasan a las mujeres, mejor déjalas para conversar con tus amigas.
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Pn/gm