El conglomerado de gobierno cambió su estrategia y dirigió ahora la apelación a quien los dejó fuera de las primarias hace ocho días.
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Por Alejandro Darío Molina
Cierto estupor ha causado en los observadores políticos el cambio de estrategia de la Nueva Mayoría (NM) en sus apelaciones al Servel por lo que han considerado su "arbitraria e ilegal decisión" de no inscribir los pactos para hacer primarias con miras a los comicios municipales. Como lo explicara el secretario general del Partido Socialista (PS), Pablo Veloso, el último requerimiento, presentado ayer, ha sido dirigido a la directora subrogante, Elizabeth Cabrera, porque fue ella la que decidió no recibir las inscripciones el miércoles 20 del presente, aduciendo que no estaban todas las firmas de los presidentes de partidos a la hora de vencerse el plazo legal.
Por ello, ayer, tras sesionar el Consejo Directivo de la entidad rectora por espacio de cuatro horas, su presidente, Patricio Santamaría, sorprendió al decir que será la directora subrogante del Servel, y no su Consejo Directivo, quien deberá resolver el requerimiento de la NM. Santamaría explicó que la semana pasada el Consejo resolvió sobre una presentación elevada a su consideración, pero que esta vez "hay una presentación dirigida a la directora del Servel y ella tendrá que resolverlo".
El "plop" de Condorito sonó fuerte en el ambiente político, ya que al ahondar en la explicación, Santamaría dijo que fue el propio Consejo Directivo el que tomó esa decisión. "En derecho existen los recursos de reposición, existe la posibilidad de pedirle a la misma autoridad que actuó que busque una fórmula que pueda retractarse. Existe, está en el ordenamiento jurídico, y aquí hay abogados que están detrás de esta presentación", se explayó el personero. También dijo algo no menos desconcertante, como que por una ley reciente, de hace pocos días, "la labor del Consejo Directivo es sólo fiscalizadora pero no ejecutiva".
Entonces queda claro que el Consejo del Servel ahora se está lavando las manos y radica la solución de la "impasse" en la directora Cabrera. Pero ello suena a contrasentido toda vez que la funcionaria, desde el primer momento, ha justificado el rechazo con una lista de faltas cometidas por los representantes de la Nueva Mayoría el día de marras, cuando fueron a inscribir los pactos del sector. Y lo reiteró más tarde ante el Consejo del Servel, organismo que respaldó lo obrado por la directora subrogante.
No sin cierta ingenuidad, la última presentación persigue que Cabrera, iluminada tal vez por una luz divina, cambie su postura y reconozca que se equivocó. Por los hechos concatenados aquel aciago día de las inscripciones fallidas, conforme a las actas levantadas, es lógico presumir que no hay margen para que la directora se retracte.
Como ya advertimos en una crónica anterior, la NM tendrá que ir al Tribunal Calificador de Elecciones y, eventualmente, en una instancia final, a la Corte de Apelaciones. Pero entre tantas presentaciones, se les va a ir el tiempo para hacer las cacareadas primarias legales.
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