Para hacer frente a los meses invernales, aparecen innovadoras técnicas de construcción que logran una temperatura ideal al interior de las viviendas e incorporan un sistema de ventilación pasiva que ayuda a disminuir la contaminación dentro de los hogares por el excesivo uso de calefacción y la poca ventilación.
Llega el invierno, comienzan las bajas temperaturas y las lluvias, y con esto se inicia la temporada de calefaccionar nuestros hogares. La contaminación intradomiciliaria se convierte en esta época en una variable sumamente relevante, considerando que estamos viviendo bajo cuarentena por la pandemia del Covid-19, compartiendo en espacios cerrados con menos distanciamiento social, aumentando así factores de riesgo y la circulación de otras enfermedades como la influenza o virus sincicial.
La contaminación intradomiciliaria se provoca por la emanación de gases por la calefacción o la cocina a combustión, los agentes químicos con que convivimos diariamente, la concentración de CO2 debido al hacinamiento, y los hongos que generación la condensación y la humedad, entre muchos otros, sumado a la mínima o a veces nula ventilación dentro de las viviendas. "Frente a este problema, se está introduciendo en la industria inmobiliaria, técnicas de construcción pasiva en casas y departamentos que aseguran la renovación del aire y además mantienen el confort interior del hogar en un gran porcentaje del tiempo, reduciendo el consumo energético y aliviando el gasto de la familia en calefacción", explica Diego Croquevielle, gerente general de Inmobiliaria Altas Cumbres, inmobiliaria pionera en certificar sus proyectos a través de la Calificación Energética de Viviendas (CEV) del MINVU.
De acuerdo con el ejecutivo, una casa o departamento con certificación CEV es vital para reducir la demanda o gasto energético en los hogares en invierno, que se eleva hasta 55% respecto del resto de los meses del año, particularmente por el uso de calefacción.
"Esto se logra a través de un diseño y materiales constructivos que perfeccionan la aislación térmica, evitando el ingreso de frío exterior y el escape del calor", comenta.
El confort térmico se complementa con un sistema de ventilación convectiva que, de manera pasiva, a través de la diferencia de presiones interior y exterior, permite la renovación total de la masa de aire del interior de la vivienda. La ventaja es que elimina el aire viciado, la humedad, malos olores y mantiene la temperatura ambiente, sin generar cambios de temperatura al interior.
"Todas estas tecnologías que hemos aplicado desde hace años en los proyectos que desarrollamos en el sur del país, donde las condiciones climáticas son más extremas, resultan eficaces a la hora de generar también ambientes más saludables, un atributo que seguramente muchos proyectos en otras ciudades de Chile van a ir incorporando debido a las necesidades que está imponiendo esta emergencia sanitaria. El Covid-19 ha colocado en el centro la salud de las personas, por eso la industria se está preocupando de ofrecer una mejor calidad de vida al interior de las viviendas, donde pasaremos mucho más tiempo que antes", concluye el gerente general de Altas Cumbres.
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