El FMI asegura que no concederá al país helénico, un plazo adicional para el pago de las tasas pendientes que vencen el próximo martes.
Las conversaciones sobre el rescate de Grecia para evitar la bancarrota se prolongarán hasta el sábado, cuando se volverán a reunir los ministros de Economía de la eurozona, que hoy concluyeron sin avances otro encuentro de emergencia en Bruselas, indicaron fuentes diplomáticas en la capital belga.
De este modo cada vez son más justos los tiempos: el martes expira el actual programa de ayuda europeo para Grecia y para esa fecha el país mediterráneo tiene que pagar cerca de 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI), de los que el país no dispone. Además, el acuerdo que se logre tiene que ser aprobado tanto en el Parlamento de Atenas como en varios parlamentos de los países del euro.
El FMI aseguró hoy que no concederá a Grecia un plazo adicional para el pago de las tasas pendientes que vencen el próximo martes. Desde hace tiempo es norma en el FMI "no prolongar los plazos de pago", dijo el portavoz del organismo, Guerry Rice, hoy en Washington.
Si Atenas no paga los en torno a 1.600 millones de euros que vencen el 30 de junio, se considerará directamente al país "en retraso de pagos", dijo Rice.
Por otra parte, en Bruselas comenzó hoy una cumbre de jefes de Estado y gobierno de la Unión Europea (UE) en cuya agenda oficial figuran temas como el reparto de solicitantes de asilo, el futuro de la unión económica y monetaria y las propuestas de reforma de Reino Unido, pero en la que sobrevoló como siempre el problema griego.
La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó en vistas de las reuniones de crisis de los ministros de Finanzas que el Consejo Europeo no se iba a "inmiscuir" en las negociaciones.
El presidente francés, François Hollande, insistió en una solución rápida y opinó que Grecia ya no tenía tiempo. "Un acuerdo es posible y necesario", dijo.
Durante el encuentro de los ministros de Finanzas de hoy, poco antes del inicio de la cumbre en Bruselas, los dos frentes siguieron endurecidos, con Grecia, por un lado, y sus acreedores (la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo), insistiendo en sus propias propuestas de ahorro y reformas.
Los ministros de Finanzas de la eurozona trabajaron con dos documentos, uno con la propuesta de los acreedores y otro con la de Grecia.
Si bien hubo especulaciones acerca de que, al margen de la cumbre en Bruselas, se pudiera convocar un encuentro extraordinario de los jefes de Estado y gobierno de los 19 países de la eurozona para seguir negociando, como el que hubo el lunes, esto fue negado hoy por un diplomático europeo.
"Ni hoy ni mañana habrá una cumbre de la eurozona", dijo un diplomático al margen de la cumbre de la UE.
Por su parte, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, manifestó en Bruselas su confianza en que se pueda lograr un acuerdo para evitar la bancarrota en su país.
"Creo que la historia europea está llena de desacuerdos, negociaciones y luego compromisos", dijo antes de que arrancase la cumbre de jefes de Estado y de gobierno en la capital belga.
"Tras las amplias propuestas griegas, confío que podamos lograr un acuerdo que ayude a la eurozona y a Grecia a superar la crisis", añadió.
Sin embargo, el jefe del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem afirmó tras presidir el encuentro de los ministros de le eurozona que en "un número de temas, sigue habiendo una profunda diferencia con las autoridades griegas".
"Mientras la gente siga hablando, hay esperanzas", señaló por su parte el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel.
"Las últimas horas fueron críticas pero tengo una corazonada de que al contrario que en las tragedias de Sófocles, esta historia griega tendrá un final feliz", afirmó por su parte el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, antes del inicio de la cumbre.
Tras una reunión de varias horas el miércoles, el primer ministro Tsipras volvió a reunirse esta mañana con representantes de los acreedores del país.
Durante las conversaciones, Tsipras habría pedido que las deudas se trasladen al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), algo que los acreedores rechazan. Según un diplomático comunitario esa propuesta se dejará en principio de lado.
Según un alto cargo del partido de Tsipras, Syriza, la llave para alcanzar un acuerdo está en la restructuración de la deuda griega, que actualmente asciende a unos 320.000 millones de euros (357.397 millones de dólares).
También otro destacado miembro de Syriza, Nikos Filis, aseguró que Grecia mantiene su exigencia de que se alivie la deuda como parte del acuerdo. "No puede haber un acuerdo sin una referencia sustancial y pasos específicos en la cuestión de la deuda", afirmó por su parte el ministro griego de Trabajo, Panos Skourletis.
Según informaciones de la parte griega, también habría diferencias en torno al IVA. Los acreedores exigieron que se elevase el impuesto hasta el 23 por ciento para los restaurantes, algo que quiere evitar Grecia, que en gran parte vive del turismo. El FMI, por su parte, querría mayores recortes en las pensiones pero no una subida de los impuestos a las empresas.
Un funcionario del gobierno griego aseguró hoy que Atenas no puede aceptar la nueva propuesta presentada por los acreedores, ya que "transfiere el lastre (de la austeridad) a los asalariados y pensionistas de una forma socialmente injusta".
Pn/ci
DPA