El papa Francisco encabezará la ceremonia donde se declarará santo a Romero, luego de que fuera postulado por el monseñor Vicenzo Paglia, tras constatarse la curación inexplicable de una mujer embarazada con una enfermedad terminal.
El domingo 14 el Vaticano canonizará en Roma al monseñor Oscar Arnulfo Romero, ex obispo de El Salvador y uno de los principales estandartes de la lucha por la defensa de los derechos humanos ese país, quien fue asesinado con un disparo en el pecho mientras oficiaba una misa en 1980.
En conversación con Cooperativa el embajador de El Salvador en Chile, Víctor Manuel Valle (exiliado durante la dictadura del país centroamericano), valoró la canonización del ex obispo. Aseguró que "es un legado que es moral, es político, es de orientaciones e inspiraciones para la transformación del país".
"Lo que recordamos todas las personas que hemos estados envueltas en las luchas sociales y políticas de El Salvador, es que a mediados de la década de los 70 surgió un obispo que, a pesar de tener una reputación de conservador, se convirtió muy pronto en un fuerte crítico de las injusticias en general y un fuerte y decidido protector de los derechos humanos, principalmente, de los más pobres", señaló Valle.
El papa Francisco encabezará la ceremonia donde se declarará santo a Romero, luego de que fuera postulado por el monseñor Vicenzo Paglia, tras constatarse la curación inexplicable de una mujer embarazada con una enfermedad terminal.
Se trata de Cecilia Rivas, una salvadoreña "condenada a morir", hasta que su esposo pidió la intercesión de monseñor Romero el 24 de mayo de 2015, día que fue beatificado en su país.
Según CNN, la pareja de Rivas clamó al beato que curara a su esposa, petición a la que se sumaron sus amigos, quienes también rezaron a Romero.
Afirman que cinco días después "de manera inexplicable, esta mujer comenzó a mejorar y se curó por completo". Además dio a luz a un hijo sano.
"El milagro" como le llaman fue analizado y aprobado en Roma.
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