Aunque el accidente se produjo en la tarde de ayer, es ahora cuando la noticia ha saltado a la prensa, al confirmarse que, después de tantas horas, aún no ha sido posible localizar a nadie más.
Shanghái (China),16 ene (EFE).- Más de 20 personas están desaparecidas tras el hundimiento de un remolcador, en las últimas horas, en aguas del tramo final del río Yangtsé, el más grande y caudaloso de China, del que sólo tres pasajeros han podido ser rescatados por el momento, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
Entre los desaparecidos se cree que había siete u ocho extranjeros de Singapur, India y Japón, que formaban parte de un grupo de unas 24 ó 25 personas que estaban haciendo pruebas sobre el comportamiento del barco, recién fabricado, en el agua, en el canal de Fubei del río, en la provincia oriental china de Jiangsu.
Aunque el accidente se produjo en la tarde de ayer, es ahora cuando la noticia ha saltado a la prensa, al confirmarse que, después de tantas horas, aún no ha sido posible localizar a nadie más.
Según los equipos de rescate que rastrean el lugar, su tarea se ve dificultada porque las corrientes en la zona son rápidas, y el agua, que en el tramo final del Yangtsé suele ser de un denso color marrón, por la gran cantidad de sedimentos que arrastra, está muy fría.
El vicegobernador de Jiangsu, Zhang Lei, y el subdirector de la Oficina Marítima Nacional, Li Shixin, están coordinando desde hace horas sobre el terreno los intentos de rescate.
Los equipos de salvamento temen que probablemente hay gente atrapada en la cabina del barco, cuya ubicación y posición, invertido en el lecho del río, se conocen, por lo que ahora se está trabajando en preparar una grúa para sacarlo del agua.
Entretanto, 23 barcos, incluidos patrulleras y remolcadores de la zona, han sido enviados a los alrededores en búsqueda de más pasajeros.
Uno de los tres supervivientes, Wang Chenkai, explicó a Xinhua que hacía de intérprete de un ingeniero japonés que iba a bordo.
"Sólo quedábamos nosotros dos en la cabina de mando. Justo acabábamos de terminar unas pruebas de carga en el motor principal del barco, cuando de pronto se volcó", relató. "El agua inmediatamente lo inundó todo".
Wang consiguió sobrevivir agarrándose a una bomba hidráulica, y llegó a sujetar también a su compañero japonés durante unos momentos, aunque finalmente una corriente turbulenta de agua rompió la máquina a la que se sujetaban, mientras el barco empezaba a hundirse.
Las tareas de rescate siguen en marcha.
El barco hundido era nuevo, había sido fabricado por la Compañía de Maquinaria Bengbu Shenzhou, en la provincia vecina de Anhui (este), y el fabricante no había avisado a las autoridades portuarias de que iba a llevar a cabo pruebas con él en la zona, ni de la ruta que esperaba tomar para ello, como es habitual en China. EFE
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