La tendencia indica que estas emisiones han aumentado hasta el 20% a lo largo de este año, incluso a pesar de que la pandemia de coronavirus ha provocado un descenso del transporte y la actividad industrial en todo el mundo.
Los incendios en la región de la Amazonía brasileña han disparado las emisiones de dióxido de carbono en el país durante los últimos años, según un informe publicado este viernes por el grupo de medioambientalistas Observatorio del Clima.
Los datos recabados muestran un aumento del 10% de las emisiones en 2019, el primer año de mandato del presidente, Jair Bolsonaro, y tras una década de pequeñas disminuciones.
La nueva tendencia indica que estas emisiones han aumentado hasta el 20% a lo largo de este año, incluso a pesar de que la pandemia de coronavirus ha provocado un descenso del transporte y la actividad industrial en todo el mundo.
"Es un aumento considerable con el que Brasil pareciera estar corriendo en contra de la tendencia mundial", dijo en una entrevista a Bloomberg Tasso Azevedo, exdirector del Servicio Forestal Brasileño y ahora responsable de un sistema que estima las emisiones de gases de efecto invernadero para el Observatorio del Clima. "Eso está básicamente asociado con la deforestación; Brasil se está alejando de su objetivo del Acuerdo de París", ha manifestado.
Brasil ha generado indignación mundial en los últimos dos años por un número creciente de incendios que han destruido miles de hectáreas de la selva amazónica y los humedales del Pantanal. En junio, un grupo de destacados inversores enviaron una carta al Gobierno brasileño amenazando con retirarse del país a menos que las "métricas ambientales mejoren".
Desde entonces, el Gobierno ha cambiado su estrategia y ahora está pidiendo a los inversionistas que ayuden a la Amazonía de maneras poco convencionales, como patrocinando una parcela de la selva tropical.
Funcionarios del Gobierno liderados por el vicepresidente, Hamilton Mourao, también han intensificado sus esfuerzos para convencer al mundo de que Brasil se preocupa por el medio ambiente.
Las cifras de Observatorio del Clima ubican a Brasil entre los mayores emisores de dióxido de carbono del mundo, después de China, Estados Unidos, Rusia, India y la Unión Europea. La deforestación fue responsable de 44 por ciento de las emisiones del país el año pasado, seguida de la agricultura, con un 28 por ciento.
Los brasileños produjeron 10,4 toneladas de dióxido de carbono per cápita en 2019, por encima del promedio mundial de 7,1 toneladas, según la organización.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno por cambiar la percepción del mundo sobre las políticas ambientales de Brasil, Bolsonaro ha mantenido un estilo combativo al hablar sobre el tema.
En un discurso en la apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas este año, minimizó la seriedad de los incendios forestales y dijo que son causados por campesinos y pueblos indígenas que "queman sus campos en áreas ya deforestadas".
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