
El sacerdote fue recluido en una prisión de Melbourne, Australia, después de que le fuera revocada la libertad condicional con la que gozaba.
El cardenal australiano George Pell, ex número tres del Vaticano, pasó su primera noche privado de libertad, a la espera de que se emita su sentencia el 13 de marzo por abusos sexuales a dos menores hace más de 20 años.
Pell fue recluido en una prisión de Melbourne, después de que le fuera revocada la libertad condicional que gozaba desde que un jurado lo declarara el pasado 11 de diciembre culpable de cinco delitos de abuso sexual de menores.
El ex jefe de las Finanzas del Vaticano fue despojado de casi todas sus posesiones y registrado tras llegar al centro penitenciario, donde pernoctó en una celda contra suicidios.
John Killick, un famoso ladrón de bancos de Australia, que huyó en 1999 de una prisión de máxima seguridad de Sídney, aseguró que "Pell no estará seguro en prisión"; esto, al precisar que "todo el mundo odia a los pederastas y se ha revelado tanto sobre la iglesia que odian lo que hacen los curas".
Cabe recordar que el ex asesor del Papa Francisco fue detenido tras una vista de cierre de argumentos que se celebró antes de que se imponga la condena al prelado, que se enfrenta hasta a 10 años de cárcel por cada una de las acusaciones.
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