“Gracias por salvarme la vida”, es el lema de la campaña de la OMS para crear conciencia sobre la importancia de donar sangre.
La Organización Mundial de la Salud celebra este 14 de junio el Día Mundial del Donante de Sangre con una campaña en todo el planeta denominada "Gracias por salvarme la vida".
La campaña se centra en agradecer a los donantes por sus acciones que permiten salvar vidas humanas, además de solicitar encarecidamente a las demás personas del mundo que donen sangre de forma voluntaria con regularidad.
La idea es crear conciencia sobre la necesidad de donar sangre con regularidad para garantizar la calidad, seguridad y disponibilidad de sangre y productos sanguíneos para quienes lo necesiten.
Para ello es necesario cambiar los prejuicios y desmitificar algunas creencias y temores que se tiene en torno a la donación de sangre.
Sólo se extraen 450 ml de sangre y tras ello el donante puede continuar con su vida normal. La instrumentación que se utiliza para el proceso de extracción de sangre es estéril y desechable y a través de la sangre de una persona se puede ayudar a cuatro pacientes.
Sólo es necesario para ser donante, tener buena salud, tener más de 18 años y pesar sobre 50 kilos. En el caso de los hombres la frecuencia con la que se puede donar sangre es de tres meses, en tanto las mujeres pueden donar cada cuatro meses. La donación es un proceso sencillo, rápido y donde no existen riesgos, y se pueden retomar las labores habituales luego de unos minutos de reposo y un refrigerio.
Según estadísticas, en un accidente de tránsito se pueden necesitar hasta 20 donantes, en una intervención quirúrgica a lo menos diez y un enfermo de leucemia puede llegar a necesitar más de 200 donantes. Por estas razones y muchas más, se crea la imperiosa necesidad de contar con donantes altruistas que cada vez son más escasos.
En naciones como Uruguay o Francia, donde la donación se incentiva desde la escuela como un acto solidario, cerca del 80% de la sangre disponible es gracias a personas que donan periódicamente como una acción voluntaria.
Cada año se recogen en el mundo 108 millones de unidades de sangre. Aproximadamente un 50% de esas donaciones corresponden a los países de ingresos altos, que solo representan un 15% de la población del planeta.
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AGENCIA UNO