Alta Comisionada de ONU para los Derechos Humanos ve en estos juicios una "fórmula para "proteger a las sociedades de radicalización y violencia en el futuro".
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó a juzgar con todas las "garantías" o a dejar en libertad a las 55.000 personas que están detenidas en Irak y Siria por su supuesta vinculación al grupo terrorista Estado Islámico y ha pedido a los gobiernos extranjeros que "asuman la por sus ciudadanos".
Bachelet, que inauguró este lunes la sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, afirmó que la "mayoría" de esos 55.000 sospechosos tienen nacionalidad siria o iraquí, pero también hay supuestos combatientes extranjeros de "casi 50 países".
"Debe quedar claro que todos los individuos sospechosos de cometer algún delito, independientemente de su país de origen y del tipo de delito, deben someterse a investigaciones y procesamientos, con las debidas garantías de proceso", afirmó Bachelet, que ve en estos juicios una fórmula para "proteger a las sociedades de radicalización y violencia en el futuro".
En este sentido, advirtió que "juicios imperfectos" solo favorecen "la narrativa de la injusticia y la venganza", caldo de cultivo para la radicalización.
"La detención continuada de individuos que no son sospechosos de cometer delito alguno, sin una base legal y una revisión judicial independiente, no es aceptable", agregó.
La principal responsable de cuestiones de Derechos Humanos en la ONU lamentó también las condenas a muerte dictadas en Irak contra "más de 150 hombres y mujeres", tanto por el tipo de castigo en sí como por el hecho de que se puedan haber dictado sin las garantías procesales suficientes.
PURANOTICIA