La ahora exmilitante dejó la DC luego de 10 años y, en los últimos 6, se desempeñó como asesora legislativa de la bancada de diputados y diputadas.
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“Ha sido un largo andar el que he recorrido desde mi época universitaria, período en el que inicié un proceso de formación en genuinos ideales, que fortalecieron esa esperanza de alcanzar una mayor justicia social, sustentada en la dignidad humana y profundas convicciones democráticas. Valores que, desde muy temprano, me fueron inculcados en el seno de una familia cuyos abuelos formaron parte de los orígenes del partido Demócrata Cristiano”, parte el texto que da cuenta de la renuncia de Paz Anastasiadis.
La exmilitante y excomisionada en el Consejo Constitucional cumplía labores de asesora legislativa en la bancada de diputados y diputadas de la DC. También integraba la Comisión de Expertos durante el proceso constitucional.
Por lo mismo, sostuvo que “ambos desafíos requerían de muchísimo esfuerzo y entrega, en los cuales conté con el importante apoyo y colaboración de camaradas que abogaron y abogan desinteresadamente por un mejor futuro para nuestro país”.
Además, la excomisionada indicó que “este recorrido -que conjuga buenas e importantes etapas- también comprende dificultades e instancias que, desde la perspectiva de la libertad de expresión y conciencia, me han obligado a cuestionarme mi permanencia al interior del partido. Así, en este año que culmina y luego de una profunda y continua reflexión, he decidido renunciar a la Democracia Cristiana”, anunció la abogada.
Entre los motivos que la llevaron a tomar la decisión, Anastasiadis explicó que uno de los principales fue no estar de acuerdo con que el partido optara por la opción Apruebo en la Convención Constitucional de 2022: “Impidió darnos el espacio a quienes estábamos con firmeza por su rechazo; imponiéndose una lógica sectorial que más buscó callar a sus miembros que representar a la sociedad chilena”.
“Este hecho, evidenció una profunda crisis de identidad partidaria a los que algunos han buscado destinarnos, realzando nuestras diferencias por sobre los espacios de encuentro, dificultando nuestro clima de convivencia humana. Lo anterior, abandonando la fraternidad y el espíritu propio de la DC, el mismo que lo llevó a ser el mayor partido de Chile”, continuó.
Al cierre y tras el fin de los procesos constituyentes, Paz Anastasiadis reflexionó que “urge ofrecerle al país una nueva visión de la forma de entender la política y de expresarse en ella, condición que reconozco en quienes, sin ningún complejo y mancomunadamente, buscan ser el centro, promoviendo los espacios de diálogo que nuestra democracia necesita, para colocar a la persona y la sociedad en el norte de nuestras decisiones”.
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