El pasado 16 de agosto, un violento robo se concretó en una sucursal de Brinks en la capital de la región de O’Higgins. El hecho, que contó con la participación de entre 25 a 30 personas, terminó con 20 imputados tras las rejas, quienes cumplen prisión preventiva mientras se desarrolla la investigación.

Un padre y su hijo, que forman parte de los involucrados en el robo de 11.500 millones de pesos a la empresa Brinks, fueron reformalizados tras descubrirse una pistola, municiones y miguelitos enterrados en el patio de una casa en Rancagua. Según el fiscal jefe de Análisis Criminal y Focos Investigativos, Carlos Fuentes, los nuevos cargos se suman a los delitos de robo y asociación criminal, complicando la situación de los imputados.

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El hallazgo se produjo después de recibir información que llevó a registrar la vivienda, donde encontraron los elementos ocultos. Los acusados también enfrentan cargos por haber facilitado un galpón para esconder un furgón con parte del botín. El defensor de los imputados, Leonardo Díaz, insiste en que son solo encubridores y ha solicitado revisar las medidas cautelares de otros dos involucrados, asegurando que nuevos antecedentes probarían su inocencia.

Paralelamente, la Fiscalía reformalizará a otros cuatro individuos que habrían tenido teléfonos celulares y dinero en el módulo de la cárcel de Rancagua, donde cumplen prisión preventiva. El caso sigue bajo intensa investigación, mientras se buscan más pruebas sobre el multimillonario robo que conmocionó al país.

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