La vocera (s) indicó que han tenido que ser flexibles producto de “nuevas prioridades, como la seguridad, debido a cambios en el contexto nacional”.
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La ministra de Ciencia, Aisén Etcheverry, cumple casi tres meses como vocera subrogante del gobierno del Presidente Gabriel Boric. Durante este tiempo, ha preferido no usar la oficina de la ministra titular, Camila Vallejo, instalándose en un espacio de coworking en La Moneda.
En entrevista con La Tercera, abordó temas clave sobre la administración, cambios en el equipo de gobierno y los desafíos políticos actuales.
Sobre la salida de Miguel Crispi, exasesor del Segundo Piso, Etcheverry señala que “su figura fue desgastada por las críticas constantes, muchas de ellas injustificadas”. Destaca su aporte al gobierno y enfatiza que “en política siempre se debe priorizar el interés colectivo sobre el personal”. Niega que haya habido una resistencia excesiva a su salida y defiende su gestión.
En cuanto a la renuncia de la exministra Maya Fernández, argumenta que esta “decidió dejar su cargo para defender su honra en las instancias correspondientes”. También diferencia entre la responsabilidad política y los procesos administrativos en los casos de Fernández y Marcela Sandoval, asegurando “que cada salida tuvo razones distintas”.
Etcheverry hace un balance del gobierno, destacando que han logrado estabilizar la economía y avanzar en temas como la reforma de pensiones y la creación del Ministerio de Seguridad. Considera que la coalición oficialista ha demostrado gobernabilidad frente a una oposición que, según ella, no ha estado a la altura de las circunstancias.
Sobre la evolución del gobierno, reconoce que “hemos debido adaptarnos a nuevas prioridades, como la seguridad, debido a cambios en el contexto nacional”. Justifica este giro argumentando que “un gobierno debe tener flexibilidad para responder a las necesidades ciudadanas, sin perder su enfoque en mejorar la calidad de vida de las personas”.
Respecto al impacto de las elecciones presidenciales en la agenda gubernamental, afirma que “el gobierno seguirá centrado en su trabajo, sin dejarse distraer por la dinámica electoral”. Diferencia entre las críticas basadas en evidencia, que considera legítimas, y aquellas que buscan desinformar y degradar el debate público.
Finalmente, sobre las tensiones entre candidatos del oficialismo, como el reciente enfrentamiento entre Carolina Tohá y Daniel Jadue, sostiene que “los partidos tienen su propio debate interno, mientras que el gobierno debe continuar con su labor”. Subraya que no temen al debate, siempre que se base en argumentos sólidos y propuestas concretas.
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