Paulo Contreras enfatizó que el aumento de la criminalidad y la respuesta violenta ante policías "es una variable que está directamente relacionada con los flujos migratorios que hemos experimentado en los últimos 5 o 6 años. Estos delincuentes no ingresan en bloque. Van en forma individual y, una vez que están acá, empiezan a organizarse".
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El jefe nacional Antinarcóticos y Crimen Organizado de la Policía de Investigaciones (PDI), Paulo Contreras, se refirió a las medidas que se están tomando para combatir el crimen organizado y el narcotráfico en el país.
Contreras, en entrevista con radio Concierto, sostuvo que "desafortunadamente, más allá de los datos concretos, vamos a tener que estar mirando la subjetividad en materia de lo que sienten nuestros conciudadanos. El modus operandi de los delitos ha ido cambiando".
"Antes los delitos tenían una relación más de cercanía entre víctima y victimario. Hoy es más complejo, son delitos mucho más violentos, con utilización de varios disparos. Cambia esta relación y aparecen relaciones más lejanas entre quien comete el delito y quien es víctima de la acción delictual", agregó.
El jefe nacional Antinarcóticos sostuvo que "responde a un fenómeno regional. Hay un cambio donde no hay más delitos en la región, pero si son mucho más violentos".
"Hoy las estructuras criminales que estamos observando son mucho más ágiles que las que había antes. Son más capaces de mutar y responden a objetivos temporales para conseguir el lucro y se van agrupando en base a esos intereses. Son una especie de franquicia de un grupo criminal mayor. Les permite operar a cuenta de, pero sin pertenecer a esta jerarquía más grande", agregó.
Al ser consultado si las policías chilenas están preparadas para enfrentar esta nueva criminalidad, Contreras dijo que "la institucionalidad que tenemos es la que podemos tener al momento. Hemos avanzado y tenemos una ley contra el crimen organizado. Va a ser importante incorporar legislación moderna".
“Hay un comportamiento operacional diferente al que estábamos acostumbrados a investigar en nuestro país. Provienen de regiones y países que han estado afectos a esto mucho tiempo. Nuestra población respeta a las policías porque entiende que son legítimos en su proceder. Eso no pasa con otras personas que llegan desde otros países", complementó.
Contreras enfatizó que el aumento de la criminalidad y la respuesta violenta ante policías "es una variable que está directamente relacionada con los flujos migratorios que hemos experimentado en los últimos 5 o 6 años. Estos delincuentes no ingresan en bloque. Van en forma individual y, una vez que están acá, empiezan a organizarse".
También se refirió a las cárceles chilenas. Contreras expresó que "nosotros como país tenemos una fortaleza que no tienen otros países. Tenemos una policía dedicada especialmente al tema carcelario. Son espacios que, por más que exista una segregación penal eficiente, van a generar contaminación cruzada entre criminales".
"Tenemos experiencia en Brasil, Venezuela, Bolivia y demás de penales que son controlados por bandas con las mismas disputas al interior que al exterior de las cárceles. No tenemos antecedentes de que hayan cárceles controladas por bandas de crimen organizado en Chile", señaló.
El jefe nacional Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la PDI habló también sobre la implementación de inhibidores de señal.
"La mayoría de nuestros centros penitenciarios están dentro de zonas urbanas densamente habitadas, lo que hace difícil el control tecnológico al interior con elementos como los inhibidores de señal. Acá hay una estrategia contra el crimen organizado y lo estamos implementando", concluyó.
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