El extitular de la cartera de Interior sostuvo que ese momento "puso en peligro la estabilidad democrática".
Uno de los colaboradores más cercanos al fallecido expresidente Sebastián Piñera es su exministro del Interior, Gonzalo Blumel.
La exautoridad confesó que su primera reacción al informase de la muerte del exmandatario fue de incredulidad. “La primera reacción de uno es pensar que no es verdad, que no podía ser verdad que alguien como a Sebastián Piñera le podría pasar algo así (...) era inverosímil creer que podía tener un accidente en algo además que sabía hacer tan bien. Realmente fue un golpe muy duro porque (...) en lo personal había mucho cariño, mucha cercanía”, dijo en diálogo con radio Cooperativa.
Respecto a los momentos más complejos que le tocó enfrentar a Piñera, Blumel no lo dudó, ya que el estallido social de octubre de 2019 puso en peligro la estabilidad democrática.
“Estuvimos muy cerca de sufrir un quiebre democrático, un enfrentamiento muy fuerte, especialmente la noche del 12 de noviembre que fue un día muy violento. Quemaron iglesias, regimientos, edificios públicos, fue un día tanto o más violento que el 18 de octubre”.
"Y ahí el Presidente se enfrentó a una disyuntiva muy terrible, que era, con legítimas razones, sacar a los militares para contener la violencia a costa de producir un enfrentamiento que podría producir decenas o cientos de personas muertas o heridas, o perseverar y no claudicar en la búsqueda de un acuerdo político para encausar la crisis del conflicto”, relató.
“Yo creo que lo que a él finalmente le hizo optar por la segundo -y yo siempre he dicho que esa es la decisión más importante, valiente y acertada de toda su vida política que fue muy larga- yo creo que fueron sus convicciones democráticas”, destacó Blumel.
"La gente puede tener legítimas diferencias, puede no compartir su mirada o sus ideas, pero yo creo que a él hay convicciones que lo marcaron muy fuerte desde chico, sobre todo por la herencia de sus padres”, aseguró el exministro.
"Fue un momento dificilísimo, muy duro. Le dolió mucho la forma en que nos enfrentamos, en que la violencia se instaló en las calles y que, finalmente, nos polarizamos y es una polarización que dura hasta hoy”, reconoció.
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