El expersecutor sostuvo que "es deseable que hubiera una mayor uniformidad por parte de los tribunales".
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El exfiscal Carlos Gajardo, analizó las modificaciones de las medidas cautelares en los casos de Cathy Barriga y Jorge Valdivia.
En entrevista con radio Infinita, el expersecutor sostuvo que “es común que en causas de gravedad se dicte prisión preventiva y luego se vaya atenuando cuando hay antecedentes de colaboración. En el caso de Barriga y Valdivia ha habido resoluciones que son contradictorias por parte de tribunales de distinta instancia que generan cierta confusión en la ciudadanía”.
“Es deseable que hubiera una mayor uniformidad por parte de los tribunales. La intervención de la Corte Suprema como una tercera instancia es algo nocivo para el sistema: la Corte Suprema debería estar para las grandes resoluciones de los casos y no para preocuparse de la prisión preventiva de un caso en concreto”, complementó.
“Lo que sucede es que el juez que entra a conocer el caso aplica su criterio personal como si fuera la primera vez que eso se está conociendo. En ambos casos, se ha generado una especie de ‘puerta giratoria’ dependiendo de distintos criterios de jueces y no atendiendo a lo que establece la ley”, añadió.
Consulado por el criterio utilizado por el tribunal para conceder la medida cautelar de prisión preventiva, justificando que las libertad del imputado representa un peligro para la seguridad de la sociedad, que exista riesgo de fuga o reincidencia en algunos casos, el exfiscal Gajardo explicó que “lo principal para decretar la prisión preventiva es lo que denominamos el peligro para la seguridad de la sociedad y tiene dos formas de entenderlo”.
“Por una parte, el peligro de fuga, es decir, se le está imputando un delito con una pena tan alta, y como esa pena es tan alta, genera un incentivo a esa persona de fugarse. Uno puede ejemplificar con los casos de Karen Rojo o Rafael Garay, que no se les aplica una medida cautelar intensa y finalmente se fugan del país”, añadió el exfiscal.
“Pero también tenemos el riesgo de reiteración, es decir, yo dejo a la persona en libertad, pero es posible que esta persona siga cometiendo delitos y ahí tiene relevancia, por ejemplo en el caso de los alcaldes, que varios de ellos han sido imputados, pero ya no están en cargos donde puedan cometer delitos”, cerró el exfiscal Carlos Gajardo.
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