"La memoria de aquel 27 de febrero nos debe servir como un recordatorio de la necesidad de estar siempre preparados para futuras emergencias", indicó Alicia Cebrián, directora nacional del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres.
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A 15 años del terremoto de magnitud 8,8 y posterior tsunami del 27 de febrero de 2010, que dejó más de 500 muertos y 2 millones de damnificados, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) -sucesor de la entonces Onemi- llamó a estar preparados ante la posibilidad de nuevas emergencias en el país, especialmente tras las advertencias de que se produzca un evento sísmico similar para 2025 o 2026.
La directora nacional de Senapred, Alicia Cebrián, recordó que el director del Centro Sismológico Nacional (CSN), Sergio Barrientos, afirmó que hay un 60% de probabilidades de ocurrencia de un terremoto de magnitud 8 o superior en alguna parte del territorio nacional entre éste y el próximo año, lo que generó inquietud respecto a cuánto se ha avanzado desde aquella madrugada del 27 de febrero de 2010.
El titular del CSN explicó a Puranoticia.cl que "esto se basa en que la historia sísmica de nuestro país nos dice que ha habido terremotos de magnitud del orden de 8, aproximadamente, como promedio, una vez cada 12 años", y que "si uno mira los terremotos que ocurridos recientamente, a medida que va transcurriendo el tiempo, las probabilidades de que ocurra un terremoto van incrementando".
Ante ello, Cebrián dijo que "en Senapred se materializaron mejoras sustantivas en distintos ámbitos: planificación protocolos, operaciones, prevención y sistemas de alerta temprana. En este último caso se destaca la creación de los Centros de Alerta Temprana (hoy Unidades de Alerta Temprana) en cada una de las regiones, como también la utilización de la mensajería SAE en los teléfonos móviles para reforzar los procesos de evacuación en caso de tsunami".
También mencionó que "se encuentra en desarrollo un proceso de concesión de un sistema de alerta de tsunami, basado en la instalación de un red de más de mil alarmas en todo el borde costero nacional".
"La memoria de aquel 27 de febrero nos debe servir como un recordatorio de la necesidad de estar siempre preparados para futuras emergencias y sus lecciones aprendidas deben continuar influyendo en la forma en que el país se fortalece de manera sostenible y sin dejar a nadie atrás", añadió Cebrían.
Finalmente, dijo que "el 27 de febrero no solo es un acto de homenaje a las víctimas, sino también un llamado a la acción. La historia nos enseña que la preparación es la mejor defensa ante lo inesperado".
PURANOTICIA
