A falta de muchos resultados oficiales tras las elecciones de este martes, el Partido Republicano recuperaría el control de la Cámara de Representantes, según proyecciones, pero hasta ahora los números descartan una "ola roja" y muestran una dura resistencia de los demócratas en luchas clave.
Los republicanos parecen encaminados a recuperar la Cámara de Representantes, pero el control definitivo del Congreso aún es incierto y dependerá de tres batallas de resultados aún incierto.
A falta de muchos resultados oficiales tras las elecciones de este martes, el Partido Republicano recuperaría el control de la Cámara de Representantes, según proyecciones, pero hasta ahora los números descartan una "ola roja" y muestran una dura resistencia de los demócratas en luchas clave.
Según la cadena estadounidense CBS, socia de BBC, los republicanos se perfilan como mayoría en la cámara baja del Congreso. Sólo necesitan ganar cinco escaños que están ahora en manos demócratas para recuperar el control.
Pero las matemáticas son más complejas para el Senado, que renueva a un tercio de sus miembros con algunas carreras demasiado igualadas como para anticipar quién gana.
Una de las tres carreras decisivas, en el estado de Georgia, podría definirse en otra elección el 6 de diciembre, fecha hasta la que habría que esperar para ver qué partido controla definitivamente el Senado.
En la cámara alta actualmente hay un empate 50-50 que rompe la vicepresidenta Kamala Harris, quien tiene derecho a votar en la cámara alta cuando se presenta esta situación. Por ello, cualquier cambio puede desequilibrar la balanza.
Los demócratas respiran aliviados, ya que podrían considerar un gran resultado mantener el control del Senado. Por ejemplo, John Fetterman venció en su disputa por el estado de Pensilvania, lo que supone un importante triunfo al recuperar un puesto que estaba en manos republicanas.
"Aunque un solo resultado no marca una elección, Pensilvania eleva los ánimos de los demócratas considerablemente", dijo John Sudworth, corresponsal de la BBC en Estados Unidos, tras conocerse el resultado.
"Definitivamente no es una ola roja, eso es seguro", admitió en televisión el senador republicano Lindsey Graham.