La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias turca, indicó que el epicentro se situó en el mar de Mármara, con el hipocentro ubicado a unos 6,9 kilómetros de profundidad.
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Un sismo de magnitud 6,2 sacudió este miércoles la ciudad de Estambul, en Turquía, y otras provincias situadas en los alrededores, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños materiales, aunque sí provocó mucho temor.
La Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) turca, dependiente del Ministerio del Interior, indicó en X que el epicentro se situó en el mar de Mármara, frente a Silivri, con el hipocentro ubicado a unos 6,9 kilómetros de profundidad.
El Instituto de Observación e Investigación de Terremotos de Kandilli (KRDAE) señaló que la magnitud del terremoto ha sido de 6,2 y agregó que el sismo se vio precedido por varios temblores, incluido uno de magnitud 4.
Por su parte, el ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, afirmó tras el terremoto de magnitud 6,2 que "todos los equipos de la AFAD y las instituciones relevantes han iniciado inspecciones de campo", antes de afirmar que el sismo "fue notado en las provincias de los alrededores".
"Expreso mis mejores deseos a nuestros ciudadanos afectados por el terremoto. Que Dios proteja a nuestro país y a nuestra nación frente a los desastres", agregó.
El ministro de Transportes e Infraestructuras de Turquía, Abdulkadir Uraloglu, sostuvo que "los exámenes iniciales no revelaron ningún daño o condiciones adversas en carreteras, aeropuertos, trenes o metros", aunque recalcó que los equipos oficiales "continúan con las actividades generales de supervisión y control sobre el terreno".
En este sentido, la AFAD emitió una advertencia a los ciudadanos para que no entren en edificios que hayan sufrido daños y evitar los alrededores de estructuras que hayan sido golpeadas por el terremoto, con el objetivo de evitar posibles riesgos de derrumbe.
Turquía fue escenario en 2023 de dos terremotos de magnitud 7,8 y 7,5 que tuvieron sus epicentros cerca de Gaziantep y Ekinozu y que dejaron más de 50.000 muertos, a los que se sumaron cerca de 8.500 en las zonas del norte de Siria afectadas por los temblores, aunque la cifra de víctimas habría sido superior en el país árabe.
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