Existen informaciones contradictorias sobre el tipo y la magnitud del ataque en la región de Isfahán.
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Funcionarios estadounidenses dijeron que Israel atacó Irán con un misil en la madrugada de este viernes, en lo que parece ser una escalada en la tensión entre ambos países.
Existen informaciones contradictorias sobre el tipo y la magnitud del ataque en la región de Isfahán.
El portavoz del Centro Nacional del Ciberespacio de Irán, Hossein Dalirian, negó que hubiera habido un ataque con misiles.
"Sólo hubo un intento fallido y humillante de volar cuadricópteros (drones) y los cuadricópteros también han sido derribados", aseguró en Twitter.
El ataque se produce tras semanas de un incremento de la tensión entre estos dos rivales regionales, en las que se ha producido un ataque israelí contra un complejo diplomático iraní en Siria y un ataque sin precedentes de Irán contra Israel con drones y misles.
Estas son las claves del último incidente.
Habitualmente Israel no confirma sus acciones militares, muchas de las cuales tienen como objetivo a grupos armados respaldados por Irán en Siria e Irak.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses han confirmado a la cadena CBS News, socia de la BBC, que un misil israelí alcanzó Irán en la madrugada de este viernes.
No está claro qué tipo de armas se utilizaron en el ataque ni desde dónde se lanzaron.
Fuentes estadounidenses señalaron que el ataque se produjo con un misil, mientras que Irán afirmó que se realizó con pequeños drones.
El gobierno iraní controla estrictamente el acceso al país. La BBC no tiene acceso directo a la región central de Isfahán, donde se produjo este incidente durante la madrugada del viernes.
Algunos funcionarios y medios de comunicación iraníes han confirmado que hubo un intento de ataque, pero le restaron importancia. No se ha informado de víctimas.
La agencia de noticias iraní Fars informó que se habían oído explosiones cerca de una base militar y que se habían activado los sistemas de defensa antiaérea.
Un canal estatal iraní citó a un general que dijo desde Isfahán que las explosiones que se oyeron en la zona fueron "debidas a disparos de la defensa antiaérea contra objetos sospechosos" y que no se habían producido daños.
La agencia de noticias semioficial iraní Tasnim, cercana a la poderosa Guardia Revolucionaria de Irán, publicó un vídeo de una instalación nuclear en Isfahán que no mostraba signos de haber sido impactada.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica confirmó que no se produjeron daños en las instalaciones nucleares iraníes.
Hossein Dalirian, vocero del Centro Nacional del Ciberespacio iraní, afirmó que no se había producido "ningún ataque aéreo desde fuera de las fronteras" y que Israel "sólo había hecho un intento fallido y humillante de hacer volar cuadricópteros [drones] y los cuadricópteros también habían sido derribados".
Irán impuso restricciones a los vuelos comerciales en las horas inmediatamente posteriores al ataque, pero ya se han levantado.
Durante la noche también se registraron explosiones en Irak y Siria, donde operan grupos armados respaldados por Irán, pero no está claro si están directamente relacionadas con el ataque de Isfahán.
El Ministerio de Defensa sirio declaró que un misil israelí había alcanzado un sitio de defensa antiaérea en el sur de Siria en la madrugada del viernes, hora local.
Israel no confirmó estar detrás del ataque.
La provincia de Isfahán es una extensa zona del centro de Irán que toma el nombre de su ciudad más grande.
La región alberga importantes infraestructuras militares iraníes, como una gran base aérea, un gran complejo de producción de misiles y varias instalaciones nucleares.
Por lo general, Israel suele informar a Estados Unidos con antelación sobre sus acciones militares, pero el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani, dijo ante la prensa en la reunión del G7 que Washington fue "informado en el último minuto".
En su intervención en la cumbre, el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se negó a hablar sobre el ataque, limitándose a decir que Estados Unidos "no había participado en ninguna operación ofensiva".
Este último ataque se produce menos de una semana después de que Irán lanzara cientos de misiles y drones contra Israel, en un incidente considerado como una dramática escalada de las tensiones entre ambos países.
A pesar de su enorme escala, el ataque iraní fue en gran medida fallido, ya que la inmensa mayoría de los proyectiles fueron derribados por las defensas aéreas israelíes con la ayuda de Estados Unidos, Reino Unido y otros aliados.
Ese ataque sin precedentes en suelo israelí fue la respuesta a un ataque contra un edificio de un complejo diplomático iraní en Siria el 1 de abril.
Israel tampoco ha confirmado públicamente que estuviera detrás de ese ataque, pero se cree que así fue.
La importancia de este último ataque aún no está clara y no se sabe si Irán intentará responder.
El corresponsal de seguridad de la BBC, Frank Gardener, describió la magnitud del ataque del viernes como "limitada, casi simbólica" y potencialmente diseñada para garantizar que el conflicto no vaya a más.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se verá sometido a presiones contrapuestas por parte de algunos de sus propios generales y aliados políticos para que haga frente a Irán, según Jeremy Bowen, editor internacional de la BBC.
Israel se ha visto sometido a una enorme presión por parte de Estados Unidos y otros aliados occidentales para que no emprenda ninguna acción que pueda convertir su rivalidad con Irán en un conflicto directo.
Este recrudecimiento de las hostilidades tiene como telón de fondo la guerra de Gaza, donde el ejército israelí combate a Hamás, organización palestina apoyada por Irán.
Algunas de las respuestas desde dentro de Israel han puesto de manifiesto las divisiones políticas del país.
El ministro de Seguridad, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, calificó el ataque a Irán de "débil" y "pobre".
Mientras, el líder de la oposición israelí, Yair Lapid, pidió la renuncia del ministro y dijo que lo dicho por Gvir había ridiculizado y avergonzado a Israel.
El gobierno británico dijo que no especulará sobre el ataque, pero señaló que Israel debía evitar una "escalada significativa" al tiempo que ejercía su "derecho a la autodefensa".
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidió a todas las partes que se abstengan de emprender nuevas acciones.
Existe el temor a que el agravamiento del conflicto en Medio Oriente interrumpa el suministro de petróleo.
Tras el ataque de este viernes, el crudo Brent -referencia internacional de los precios del petróleo- subió un 1,8% hasta llegar a los US$88 el barril.
Los precios del petróleo se dispararon inicialmente hasta un 3,5%, pero se estabilizaron cuando quedó claro que el ataque había sido limitado.
El precio del oro -que suele considerarse una inversión segura en momentos de incertidumbre- se acercó a un máximo histórico antes de retroceder a casi US$2.400 los 28 gramos.
(Imágenes: EPA, Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO
