La canciller Antonia Urrejola sostendrá también una reunión con el presidente Gabriel Boric para monitorear el comienzo de los alegatos.
A partir de las 10:00 horas, el equipo encabezado por la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes, comenzará a defender la postura de nuestro país ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por por los usos de las aguas del río Silala.
La subsecretaria deberá responder a la contrademanda presentada por Bolivia en 2018, en la cual el país vecino alude a que el caudal surge naturalmente de su territorio y que tiene un flujo desviado "artificialmente" durante la primera mitad del siglo XX hacia Chile.
Los alegatos se extenderán hasta las 14:00 horas. Después de Fuentes, expondrá la coordinadora del caso Silala, Klein Kranenberg; el litigante británico Alan Boyle; la experta en disputas internacionales, Laurence Boisson de Chazournes; y finalmente Sam Wordsworth, quien ya ha representado a Chile en casos anteriores en La Haya contra Perú y Bolivia.
Cabe señalar que las exposiciones se prolongarán hasta el 14 de abril, donde los representantes de nuestro país buscan que se declare al río Silala como un curso de agua internacional con derecho consuetudinario. En el territorio nacional, el caudal es utilizado para la minería, la agricultura y el consumo doméstico en la Región de Antofagasta.
La canciller Antonia Urrejola sostendrá una reunión con el presidente Gabriel Boric para monitorear el comienzo de los alegatos.
En declaraciones a El Mercurio, la ministra de Relaciones Exteriores afirmó que "el tema central y el eje de Chile y su fundamentación es que existe un Tratado de Paz y Amistad de 1904 que reconoce que las aguas del Silala son aguas internacionales y su uso obedece al derecho consuetudinario internacional y, por lo tanto, tiene derecho al uso equitativo y razonable de esas aguas".
"Estarnos confiados en la posición de Chile basada en el respeto al derecho internacional", adelantó la ministra.
El abogado y asesor del equipo, Luis Winter, aseveró en dicho medio que el concepto de "aguas artificiales" será el centro de la discusión. "Nuestra posición es que esas aguas artificiales no existen desde el punto de vista del derecho internacional. En ninguna parte se habla de agua artificial, solamente de flujo transfronterizo", indicó.
En la misma línea, el también asesor Claudio Troncoso aseguró que "independiente de que se mayor o menor el flujo, no ha precedente en el derecho internacional en el sentido de que haya una distinción entre flujos. Todas las aguas superficiales están sometidas al mismo régimen".
"Si se pensara en distinguir entre flujos artificiales y naturales, sería muy difícil la aplicación de esta regla en ríos internacionales que hay en Europa, que han sido objetos de trabajos y que cruzan de un país a otro. Nadie, salvo Bolivia, ha planteado esa distinción. Ahí va a estar la discusión", añadió.
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