"El cuadro era extremadamente grave. Requería por lo tanto una intervención de emergencia, si no, corríamos el riesgo de que sucediera lo peor", expresó el médico Roberto Kalil Filho,
Roberto Kalil Filho, médico personal del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha confirmado que antes de someterse a la operación derivada del golpe en la cabeza que sufrió en octubre, el cuadro clínico del mandatario "era extremadamente grave" y corría el riesgo de que sucediera "lo peor".
"El cuadro era extremadamente grave. Requería por lo tanto una intervención de emergencia, si no, corríamos el riesgo de que sucediera lo peor", ha dicho Filho.
"Fue una situación grave", ha incidido el médico después de que Lula fuera dado de alta este domingo en una entrevista de TV Globo, incluida en un reportaje en el que el propio Lula ha expresado que se sintió "preocupado" tras comprobar que no esta fuera de peligro tras la primera intervención.
"Creí que estaba fuera de peligro porque la última resonancia mostraba que estaba disminuyendo la cantidad de líquido en mi cabeza, pero me equivoqué", ha contado, acompañado de la primera dama Janja da Silva, quien ha admitido que temió por la vida del presidente brasileño.
Lula ha revelado que comenzó a sentir los primeros síntomas un día antes de ser internado el hospital, donde ha permanecido seis días. Los médicos han establecido que se incorpore a su rutina habitual de manera paulatina a partir de este jueves.
Así, el presidente brasileño ha reconocido que comenzó a sentir dolores de cabeza y "algunos movimientos extraños" en una de sus piernas. A pesar de ello, no le dio más importancia y cumplió con su agenda.
Lula ha relatado por primera vez como se causó el traumatismo craneoencefálico en octubre cuando se encontraba en uno de los baños de la residencia oficial. Estaba intentando guardar un corta uñas sin levantarse de una banqueta cuando esta cedió, golpeándose la parte trasera de la cabeza.
"Me voy a cuidar, soy muy responsable, tengo mucha disciplina, me voy a cuidar", ha prometido Lula.
Esta última intervención quirúrgica ha planteado dudas acerca de su candidatura para 2026, si bien desde su círculo más cercano insisten en remarcar que el estado de salud y su edad, cumplirá 81 años, no es la principal razón que le movería, sino la situación política del país para entonces.
Hace un mes afirmó estar preparado para encabezar una nueva candidatura, si bien dijo que espera que "eso no fuera necesario" y que "hubiera otros candidatos capaces de hacer una gran renovación política en el país y el mundo".
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