Las fuerzas armadas ecuatorianas dijeron, además, que se hallaron cinco muertos, cuatro de ellos desmembrados.
La policía de Ecuador informó este jueves de la liberación de 49 personas que habían sido secuestradas por la poderosa banda criminal Los Lobos en el sur del país.
Las fuerzas armadas ecuatorianas dijeron, además, que se hallaron cinco muertos, cuatro de ellos desmembrados.
Dos de los presuntos secuestradores fueron arrestados en la redada conjunta de la policía y las fuerzas armadas en Camilo Ponce Enríquez, una zona minera de la provincia de Azuay.
Un video publicado por la policía muestra a agentes fuertemente armados entrando en lo que parece ser el túnel de una mina.
Las autoridades difundieron escasa información sobre los liberados.
Una publicación anterior en las redes sociales de las fuerzas armadas afirmó que había tres mujeres entre las víctimas del secuestro.
Durante el allanamiento se incautaron dinamita, armas y municiones, agregaron las fuerzas de seguridad.
Los Lobos es una de las bandas criminales más poderosas de Ecuador con aproximadamente 8.000 miembros.
Originalmente era una pandilla carcelaria acusada de instigar algunos de los disturbios de prisiones más sangrientos de Ecuador, pero en los últimos años Los Lobos ha ampliado sus operaciones y ahora ejerce un poder considerable fuera del sistema penitenciario.
Sus miembros están involucrados en asesinatos por encargo, secuestros para pedir rescate y extorsión.
La banda también ha forjado vínculos con el cartel mexicano Jalisco Nueva Generación, para el cual se sospecha que contrabandea cocaína desde Colombia a través de las ciudades portuarias de Ecuador hacia Estados Unidos y Europa.
Ecuador ha visto un aumento en la violencia de las pandillas en los últimos años a medida que las organizaciones criminales trasnacionales se han expandido al país andino para aprovechar sus grandes puertos para exportar drogas.
Impulsados por el dinero del narcotráfico y armados por sus aliados mexicanos, Los Lobos se han convertido en un gran enemigo para el Estado ecuatoriano.
En enero, tras una ola particularmente sangrienta de asesinatos y ataques provocados por más de 20 bandas criminales, el presidente Daniel Noboa las calificó como "organizaciones terroristas" y desplegó al ejército para intentar sofocar la violencia.
Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador y su puerto más importante, ha sido hasta ahora la más afectada por la violencia relacionada con las pandillas, pero la redada en Azuay sugiere que Los Lobos ahora consideran las áreas mineras como objetivos lucrativos.
Una de las particularidades de esta lucha territorial por el control del negocio del narcotráfico es que se ha dado desde las cárceles de Ecuador, donde -de acuerdo a las autoridades y varios reportes de organismos internacionales- se coordina el andamiaje criminal.
Aunque no es un hecho inédito en América Latina -donde la criminalidad continúa con el control de sus organizaciones dentro de los centros penitenciarios- el caso ecuatoriano es particular.
Uno de los primeros signos del deterioro de la situación de seguridad se dio el 23 de febrero de 2021, cuando 79 presos fueron decapitados dentro de las instalaciones de la cárcel regional de Guayas, ubicada en Guayaquil.
La masacre dio pie a que organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitaran las prisiones de Ecuador y reportaran un panorama preocupante.
"Se vive corrupción sin precedentes dentro de las prisiones, y que responde al abandono del sistema penitenciario por parte del Estado desde hace años atrás, así como a la ausencia de una política criminal integral y que han provocado un autogobierno", señaló la CIDH en su informe posterior a la visita.
(Imágenes: Fuerzas Armadas de Ecuador, Policía de Ecuador, BBC)
PURANOTICIA // BBC MUNDO