A medida que los bomberos canadienses intentan controlar los 400 incendios forestales alrededor del país, el humo se ha extendido por toda la parte este de Norteamérica.
Las imágenes de los rascacielos más famosos del mundo bajo una niebla naranja han dado la vuelta al mundo.
Pero para aquellos que viven y trabajan en la ciudad de Nueva York, fue un espectáculo sombrío y preocupante que presenciaron personalmente.
"El cielo tomó un tono amarillo que no se veía natural, y luego se oscureció", le comentó a la BBC el supervisor de edificios Anthony Galasso, quien trabaja en el Bronx.
Según los neoyorquinos, quienes acostumbran a mirar hacia arriba son los turistas. Pero este miércoles en la tarde, hasta los locales levantaban la cabeza para echar un vistazo.
Y para muchos fue la oportunidad de registrar una de las ciudades más fotografiadas de una manera distinta.
"Olía como si alguien estuviera cocinando con una barbacoa", le dijo Nicha Suaittiyanon, una turista tailandesa de 30 años, a la agencia AFP.