Tanto políticos opositores como afectados por los sismos señalan al gobierno turco por lo que perciben como una respuesta titubeante y una pobre preparación ante el desastre.
En medio del desastre, la ira crece en Turquía por la respuesta del gobierno ante las consecuencias de una serie de devastadores terremotos que afectaron al país y al vecino Siria el lunes.
Tanto políticos opositores como afectados por los sismos señalan al gobierno turco por lo que perciben como una respuesta titubeante y una pobre preparación ante el desastre.
Mientras, la cifra de muertos por los terremotos se elevó a más de 15.000, según los últimos reportes.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, declaró que hubo problemas con la respuesta inicial, pero que ahora los operativos se llevan a cabo normalmente.
"Inicialmente hubo problemas en los aeropuertos y las carreteras, pero hoy las cosas se están volviendo más fáciles y mañana serán más fáciles aún", declaró Erdogan, quien este miércoles viajó al sur del país para visitar la zona del desastre.
"Hemos movilizado todos nuestros recursos", añadió. "El Estado está haciendo su trabajo".
"Es imposible prepararse para un desastre de esta magnitud", subrayó Erdogan en respuesta a las críticas.
Los daños en las carreteras han hecho más difícil el desplazamiento de asistencia a las áreas rurales y los sobrevivientes han tenido que soportar las frías temperaturas sin refugio.
"Sobrevivimos al terremoto, pero aquí moriremos de hambre o frío", declaró una persona de 64 años en Antakya, en la provincia de Hatay.
La Medialuna Roja de Turquía señaló que está haciendo todo lo que puede, llevando comida, tiendas y mantas.
En algunas de las regiones más afectadas, las familias se quejaron de que la lentitud de los esfuerzos de rescate significa que no han recibido ayuda para retirar los escombros en busca de sus parientes.
El martes, en el sureño puerto turco de Iskenderum, Arzu Dedeoglu dijo que sus dos sobrinas estaban atrapadas bajo las ruinas. Su familia había contratado una excavadora con sus propios recursos para remover los escombros, pero ella acusó a las autoridades de no permitir usarla.
"Esperamos hasta tarde en la noche, pero nadie llegó", dijo Dedeoglu. "Trajimos una caterpillar (excavadora) por nuestros propios medios, pero no nos dejaron usarla, nos lo impidieron. Tenemos dos niñas bajo los escombros: las hijas de mi hermana, Ayşegül e İlayda".
"Ya las perdimos, las perdimos".
Cuando los servicios de emergencia finalmente llegaron, la señora Dedeoglu les gritó que estaban "demasiado tarde". Los rescatistas pararon un momento, pero la familia de las niñas les rogó que no se detuvieran.
"Por favor no se vayan, tal vez mis hijas sigan vivas", les suplicó la madre.
Mientras que muchos cuestionan al gobierno por responder tan lentamente al terremoto, otros alegan que el país no estaba lo suficientemente preparado para un suceso así.
"Si hay una persona responsable de esto, es Erdogan", afirmó Kemal Kilicdaroglu, el líder del principal partido de oposición.
Erdogan anunció un estado de emergencia de tres meses en las 10 provincias más afectadas por el sismo. Culminará poco antes del 14 de mayo, cuando el presidente buscará permanecer en el poder tras 20 años al mando.
Su principal oposición es una alianza de partidos de centro-izquierda y derecha, conocida como la Mesa de Seis. Se espera que Kilicdaroglu sea su candidato presidencial.
Kilicdaroglu también dijo que el gobierno de Erdogan "no se ha preparado para un terremoto en 20 años".
"¿Dónde han ido nuestros impuestos?"
La ira también está creciendo en torno a un "impuesto de terremotos" recaudado por el gobierno turco tras el devastador sismo de 1999 que cobró la vida de más de 17.000 personas.
Se supone que unos US$4.600 millones debieron haber sido invertidos en la prevención de desastre y el desarrollo de los servicios de emergencia.
Cada vez que hay un temblor en Turquía surgen preguntas sobre el "impuesto especial de comunicación" -como lo llaman las autoridades- pero el gobierno nunca ha explicado públicamente como se invierte el dinero.
"¿Dónde han ido todos nuestros impuestos, recaudados desde 1999?", se preguntó Celel Deniz, citado por la agencia AFP en la ciudad de Gaziantep. Su hermano y sobrinos permanecen atrapados bajo los escombros.
Los usuarios de reces sociales también han criticado a algunos canales de televisión pro gobierno de "callar" los reclamos de las personas en las zonas afectadas.
Varios videos se han compartido online en los que los reporteros parecen hacer oídos sordos a las quejas de "¿Dónde está el Estado?" y "La asistencia es inadecuada", y cortando al estudio.
El presidente Erdogan viajó a la ciudad de Kahramanmaras, también conocida como Maras, a unos 40 kilómetros del epicentro del terremoto.
Alli se entrevistó con sobrevivientes y dijo que las dificultades al inicio se debieron a los daños de las carreteras y los aeropuertos.
Recomendó a la gente a sólo escuchar las comunicaciones de las autoridades e ignorar a los "incitadores".