Se trata de la primera de una serie de reformas duramente cuestionadas destinadas a limitar el poder de los tribunales, en ser aprobadas.
Parlamentarios israelíes aprobaron un controvertido proyecto de ley, a pesar de las masivas manifestaciones que intentaron frustarlo.
La ley le quita el poder a la Corte Suprema de anular las acciones del gobierno si las considera irrazonables.
Se trata de la primera de una serie de reformas duramente cuestionadas destinadas a limitar el poder de los tribunales, en ser aprobadas.
Las reformas previstas han provocado una de las mayores protestas en la historia de Israel, y quienes se oponen a las reformas advierten que estas ponen en peligro a la democracia.
El gobierno argumenta que las medidas son necesarias para corregir un desequilibrio de poder que ha hecho que los tribunales intervengan cada vez más en decisiones políticas en las últimas décadas.
La votación lleva a un punto crítico meses de agitación.
El presidente israelí advirtió a dirigentes políticos el lunes que el país se encontraba en “un estado de emergencia nacional”.
Horas antes del voto final, la policía utilizó carros lanzaagua y arrestó a manifestantes a las afueras del parlamento israelí (Knéset) en Jerusalén.
Según medios locales un manifestante resultó herido, y seis fueron arrestados, informó la policía.
Otros manifestantes rodearon una camioneta de la policía mientras le gritaban “vergüenza” a los agentes.
Un manifestante tirado en la calle le dijo a la BBC que estaba desafiando a una “dictadura”, y añadió que su abuelo había sido un descifrador de códigos durante la guerra contra los nazis en el famoso Bletchley Park de Reino Unido.
Cuando se le preguntó hasta cuando seguiría protestando, respondió: “Nunca nos rendiremos”.
Otro, Reut Yifat Uziel, hija de un paracaidista que aparece en la icónica foto israelí de la toma del Muro de los Lamentos en la guerra de Medio Oriente de 1967, dijo que temía por el futuro de sus hijos.
“Netanyahu secuestró al país y yo estoy preocupada de que se vuelva una teocracia”, comentó.
Los manifestantes –decenas de miles de personas, con algunas que marcharon 70 km para llegar hasta Jerusalén desde Tel Aviv a fines de la semana pasada- estaban tratando de frustrar la aprobación de la primera de varias reformas.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, se presentó en el parlamento para la votación pocas horas después de que le dieran el alta del hospital donde acudió el sábado para que le colocasen un marcapasos.
Las controvertidas reformas han polarizado la opinión en Israel, y han dado lugar una de las crisis domésticas más graves en la historia del país.
Cientos de miles de manifestantes han tomado las calles cada semana desde comienzos de año para protestar contra lo que califican de un ataque a la democracia.
El gobierno dice que las reformas sirven para reforzar la democracia, y argumentan que la Corte Suprema ha adquirido mucho poder político en las últimas décadas.
Otro factor que se suma a la crisis es que miles de reservistas, incluidos pilotos de la fuerza aérea cruciales para las capacidades ofensivas y defensivas de israel, han prometido no presentarse como voluntarios al servicio.
Semejante disidencia –de la que no hay precedentes- ha causado alarma sobre el potencial impacto que esto pueda tener en la preparación del ejército israelí.
Antiguos jefes de los servicios de seguridad de Israel, presidentes de la Corte Suprema, y destacadas figuras jurídicas y comerciales también se han manifestado en contra de las reformas del gobierno.
Las medidas han sido criticadas por otra parte por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien en su comentario más explícito hasta la fecha pidió se posponga la “divisoria” propuesta de ley.
(Imágenes: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO