El Consejo, integrado por 47 países, aprobó la petición por 25 votos a favor, 6 en contra y 16 abstenciones.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó en Ginebra una investigación independiente sobre la violenta represión de las protestas en Irán, tras una solicitud presentada por Alemania e Islandia.
La ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, había defendido previamente ante los miembros de la citada organización la necesidad de responsabilizar a Irán por la violenta represión de las protestas en el país.
El Consejo, integrado por 47 países, aprobó la petición por 25 votos a favor, 6 en contra y 16 abstenciones. El elevado número de votos a favor superó todas las expectativas de los países occidentales. Los aplausos estallaron en la sala tras la votación.
"Hoy se pondrá a prueba nuestra valentía en las Naciones Unidas para alzar la voz", dijo Baerbock al dirigirse a los cientos de diplomáticos presentes en la sesión extraordinaria, antes de la votación.
Baerbock denunció que Irán está violando los derechos de sus ciudadanos a la libertad de expresión y de reunión al reprimir las protestas, por lo que sus autoridades deben rendir cuentas.
La ministra alemana viajó a Ginebra especialmente para dar voz a los miles de personas de Irán que, según afirmó, luchaban por una vida digna y sin ausente de discriminación. Argumentó que el mundo no debe quedarse de brazos cruzados mientras "personas inocentes, madres, padres, hermanas, hermanos y niños son asesinados".
China intentó en el último momento eliminar de la resolución el párrafo que pedía la investigación independiente. El Consejo votó en contra por amplia mayoría.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el austriaco Volker Türk, habló de tiranía en Irán. Según su oficina, más de 300 personas han muerto desde que comenzaron las protestas a mediados de septiembre.
Türk pidió la liberación de más de 14.000 personas detenidas en relación con las protestas. Denunció que muchos participantes y periodistas fueron tildados de "agentes de enemigos y estados extranjeros", que calificó como la típica narrativa de la tiranía.
Por su parte, un representante del Gobierno iraní rechazó las acusaciones de Baerbock y atacó a Alemania, a la que acusó de violar los derechos humanos de los iraníes por las sanciones impuestas contra el país. Asimismo, alegó que la situación de las mujeres en Irán es inmejorable, ya que cuentan con igualdad de oportunidades laborales en todo el país.
Un diplomático de Irán afirmó antes de la votación que el "régimen alemán" y las fuerzas de seguridad estaban reprimiendo incluso a manifestantes pacíficos en Berlín, Stuttgart y otros lugares que reclamaban más justicia social.
Los derechos humanos no dejan lugar a la interpretación, enfatizó Baerbock. Agregó que el derecho a la libertad de expresión está garantizado y también se aplica en Irán.
"El Consejo de Derechos Humanos se creó para ser la voz de las personas cuyos derechos indivisibles son negados en casa", declaró posteriormente a los periodistas.
"Cuando se abusa del derecho a la soberanía para oprimir a su propio pueblo y, al hacerlo, también se pisotea la Carta de las Naciones Unidas, las Naciones Unidas deben pronunciarse", manifestó.
Baerbock explicó que se sintió conmovida por la imagen de una niña iraní arrodillada junto al ataúd de su madre, clamando al cielo.
Las protestas masivas en Irán surgieron tras la muerte de la joven kurda iraní de 22 años Mahsa Amini a mediados de septiembre. La policía de la moralidad la había detenido por no cumplir adecuadamente la norma obligatoria de cubrirse los cabellos.
Amini murió bajo custodia policial el 16 de septiembre. Desde entonces, miles se han manifestado contra la represión y el sistema de gobierno islámico.
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