Lula, que obtuvo 48,4% de los votos en la primera vuelta, llega al balotaje con una ventaja de entre cuatro y ocho puntos. Pero el actual mandatario del gigante sudamericano obtuvo en la primera vuelta una votación mayor a la que anticipaban los sondeos (43,2%).
El balotaje presidencial de Brasil entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva este domingo 30 de octubre es considerada como la elección más importante del país desde el fin de la dictadura militar en 1985.
En el país más grande de América Latina está en juego el "todavía frágil sistema democrático", según José Murilo de Carvalho, miembro de la Academia Brasileña de Letras y de la Academia Brasileña de Ciencias.
El expresidente Lula, un izquierdista de 77 años que obtuvo 48,4% de los votos en la primera vuelta de las elecciones, llega al balotaje con una ventaja de entre cuatro y ocho puntos según encuestas de intención de votos válidos publicadas este sábado.
Pero el actual presidente Bolsonaro, un ultraderechista de 67 años, obtuvo en la primera vuelta una votación mayor a la que anticipaban los sondeos (43,2%) y aspira a ser reelecto contra muchos de los pronósticos.
El ganador debe superar el 50% de los votos válidos (sin contar aquellos en blanco y anulados) para iniciar un nuevo mandato presidencial el 1 de enero de 2023.
Cabe recordar que la campaña estuvo marcada por una fuerte polarización política, hechos de violencia y dudas sobre si Bolsonaro, quien buscó sembrar sospechas sin pruebas sobre el sistema electoral brasileño, aceptará una eventual derrota.
"No se puede descartar un espectáculo circense similar al que montó (Donald) Trump en Estados Unidos", señala Carvalho a BBC Mundo, en alusión a la negativa del entonces presidente de ese país y aliado de Bolsonaro a aceptar su propia derrota en las elecciones de 2020.
Tras su último debate con Lula durante la noche del viernes , Bolsonaro sostuvo que "no hay la menor duda" de que respetará el resultado de la elección, aunque le sea adverso: "Quien tenga más votos, gana", declaró.
PURANOTICIA // BBC MUNDO