El juez del Tribunal de Vesoul leyó una carta informando que fue el propio acusado quien renunció a su equipo de representantes el 18 de febrero.
Este martes comenzó en Francia el juicio de apelación del chileno Nicolás Zepeda, quien fue condenado a 28 años de cárcel por el homicidio de la joven japonesa Narumi Kurosaki, vista por última vez en diciembre de 2016 en Besançon, Francia.
Sin embargo, su abogado Antoine Vey -un conocido jurista que llevó el caso del australiano Julian Assange en Londres- no se presentó. El juez del Tribunal de Vesoul leyó una carta informando que fue el propio acusado quien renunció a su equipo de representantes el 18 de febrero.
La instancia judicial asignó de oficio a las abogadas Emmanuelle Huot y Catherine Bresson. De esta manera se suspendió la audiencia para que el nacional pudiese hablar con ambas.
Cabe señalar que, si bien, Zepeda espera revertir la decisión de la justicia francesa, también podría arriesgar una cadena perpetua. El jurado estará compuesto por tres jueces y nueve ciudadanos, mientras que el veredicto se sabrá a más tardar el 8 de marzo.
El chileno fue declarado culpable en abril de 2022 tras un extenso proceso, que contó con varias pruebas y testigos. El cuerpo de Narumi, de 21 años al momento de su desaparición, nunca ha sido hallado.
Se espera que la defensa presente durante la apelación a un nuevo testigo, Said Keremi, quien en entrevista con 24 Horas afirmó que vio a la joven japonesa con vida el 11 de diciembre de 2016, cuando Zepeda había abandonado Francia.
Según los antecedentes del caso, Kurosaki conoció a Zepeda en Japón, en otoño de 2014, e iniciaron una relación sentimental que terminó en 2016, cuando la víctima se mudó a Besanzón para estudiar.
El 4 de diciembre de ese año, el chileno viajó hasta Francia desde Santiago y se reencontró con la mujer, con quien fue a cenar a un pueblo cercano. Tras ello, volvieron a la residencia universitaria donde la joven se alojaba, donde pasaron cerca de 30 horas hasta que Zepeda dejó el recinto. Fue la última vez que la japonesa -de entonces 21 años- fue vista.
De acuerdo al fiscal Étienne Manteaux, la víctima fue asesinada en su habitación el 5 de diciembre entre las 3:15 y las 3:21 de la madrugada. El persecutor aseguró que su "hipótesis más probable" es que el homicidio fue por asfixia y que el cuerpo fue arrojado al río Doubs.
Durante el desarrollo de la investigación, las autoridades francesas pidieron la extradición de Zepeda, debido a que este había regresado a nuestro país. La solicitud se concretó en 2020, después de que el imputado fuese detenido por la PDI en Viña del Mar.
Entre las evidencias presentadas en contra de Zepeda aparecen mensajes enviados vía redes sociales a la familia de Kurosaki que habrían sido escritos por el acusado.
Por ejemplo, el 10 de diciembre de 2016 se reportó actividad en la cuenta de Facebook de la víctima, pese a que llevaba días desaparecida. El investigador David Borne, encargado del caso, señaló que dicho inicio de sesión ocurrió desde la misma dirección IP utilizada por Zepeda para ingresar a su cuenta de Google el 11 de diciembre, cuando estaba en Barcelona.
También destaca el testimonio de Rachel Roberts-Hope, quien compartía piso con Kurosaki, y afirmó que el día de la desaparición de la joven vio "a un hombre sospechoso escondiéndose en la cocina", al cual luego identificó como Zepeda tras ver las fotografías. Además, el 4 de diciembre, consignó que "a las tres de la mañana aproximadamente escuché unos espantosos gritos de mujer".
PURANOTICIA