El Centro Carter afirma que los comicios no se ajustaron a los "parámetros y estándares internacionales para procesos electorales".
“No puede ser considerada democrática”. El Centro Carter, una reconocida organización que participó entre los observadores de las elecciones presidenciales de Venezuela, publicó un comunicado en el que afirma que los comicios no se ajustaron a los "parámetros y estándares internacionales para procesos electorales".
La institución, con sede en Atlanta, dijo que no le es posible cumplir con su labor de verificación y, por tanto, no puede corroborar la autenticidad de los datos.
“El hecho que la autoridad electoral no haya anunciado resultados desglosados por mesa electoral constituye una grave violación de los principios electorales”, dice el parte de prensa, publicado al filo de la medianoche en su página web.
El Centro Carter ha sido observador de más de 100 elecciones en 43 países. De acuerdo con su comunicación, estuvo en Venezuela el fin de semana por invitación del propio gobierno del país sudamericano con 17 observadores.
Más allá de que no se hayan publicado las actas electorales, la ONG apunta a otras faltas, como la inhabilitación de candidatos opositores y al desequilibrio de recursos para promocionarse que tuvo el oficialismo.
“No ha alcanzado los estándares internacionales de integridad electoral en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional”, comenta el comunicado.
Tarde en la noche del domingo 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela informó que Nicolás Maduro había sido reelegido presidente para un tercer mandato (2025-2030) con una ventaja “irreversible” de 51,2% de los votos frente a un 44,2% de su mayor opositor Edmundo González Urrutia, con un 80% de las mesas escrutadas.
Pero la coalición opositora denunció un “fraude” electoral y dijo tener hasta el 70% de las actas de votación que confirman la victoria de su candidato.
Desde entonces, en el país se viven intensas protestas que por momentos se han tornado violentas, tanto en la capital, Caracas, como en zonas del interior.
Miles de personas piden que Maduro acepte el resultado, mientras que el presidente acusa a la oposición de gestar un “golpe de estado” en su contra. Su gobierno también ha instado a sus correligionarios a tomar las calles.
Hasta ahora se contabilizan 11 muertos y cientos de detenidos, dijeron en conferencia de prensa las organizaciones Foro Penal, Justicia, Encuentro y Perdón, Provea y Laboratorio de Paz.
El gobierno de Venezuela no se ha expresado sobre el comunicado.
Entre las faltas que señala el Centro Carter, está el hecho de que el CNE, de acuerdo con el comunicado, favoreció al oficialismo y restringió las libertades de medios de comunicación, organizaciones sociales y actores políticos.
El órgano electoral también puso trabas en el registro de votantes a nivel nacional y en el exterior, algo que se evidenció por la poca información sobre el proceso, los plazos cortos y los pocos lugares de inscripción.
Las autoridades venezolanas también habrían obstaculizado las candidaturas de la oposición.
“La inscripción de la candidatura de las principales fuerzas de oposición se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales que adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos”, comenta el Centro Carter.
En esta elección, la líder opositora María Corina Machado quedó inhabilitada para ser precandidata presidencial. Su sucesora, Corina Yoris, tampoco pudo inscribir su candidatura e informó que hubo fallas en el sistema de registro. Finalmente el candidato de la coalición fue González Urrutia, quien se enfrentó a Maduro y otros ocho candidatos el pasado domingo.
En Venezuela también hubo un “desequilibrio” de recursos que favoreció al oficialismo y que fue predominante en la visibilidad de la campaña de Nicolás Maduro.
Según el centro “se observó el abuso de recursos públicos, incluyendo el uso de vehículos, la movilización de funcionarios para la campaña y el uso de programas sociales”.
En los centros de votación, describen los observadores, hubo restricciones en el acceso para observadores nacionales y, sobre todo, testigos de partidos.
También mecanismos de eventual presión sobre el electorado (puntos del partido gubernamental para verificar la asistencia de los votantes) e incidentes de tensión y violencia reportados en algunas localidades.
El Centro Carter de todas maneras resaltó la participación ciudadana y dijo que en gran medida los venezolanos fueron a votar de forma pacífica.
“Los equipos de observadores del Centro Carter comprobaron la voluntad de la ciudadanía venezolana de participar en un proceso electoral democrático y demostrando su compromiso cívico como integrantes de mesa, testigos de partidos y observadores. Estos esfuerzos fueron desmerecidos por la ausencia de transparencia del CNE en la difusión de los resultados”.
(Imágenes: Getty Images)
PURANOTICIA // BBC MUNDO