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No hay una frase que pueda graficar de mejor manera al actual gobernador Rodrigo Mundaca que aquella que dice “humo en la cabeza”. Esta cotidiana expresión se ocupa coloquialmente para referirse justamente a una persona que ha desarrollado una actitud de soberbia, vanidad, engreimiento o arrogancia después de haber experimentado algún éxito. La expresión también busca describir a una persona que ha perdido la humildad y que ahora se cree superior a los demás.
Si vamos a Rodrigo Mundaca, la verdad que sí logró un éxito rotundo cuando ganó su reelección. De eso no hay duda. Logró 774 mil votos. Este sólo hecho parece haber derramado en él una arrogancia que sorprende, sobre todo cuando dice que esperará el resultado de la Primaria para decidir una eventual candidatura presidencial.
¿En serio cree Rodrigo Mundaca que tiene alguna posibilidad? Si ahora sumamos que el propio Gobernador cuenta que lo contactó el Presidente Gabriel Boric para que hiciera un llamado a votar en la Primaria y él, con esa misma arrogancia que ya es una característica arraigada en su cada vez más burgués conducta, aseguró que no se siente "representado" con ninguno de los candidatos oficialistas.
¿Se olvida Mundaca que de sus 774 mil votos, muchos de ellos son socialistas, del PPD, del Frente Amplio, de los comunistas y hasta de Manuel Millones? ¿De verdad Rodrigo Mundaca piensa que es un líder de características nacionales?
Como dicen por ahí: de repente hay que bajar un cambio o, radical, bajarse del poni. No se puede olvidar el señor Mundaca que él fue elegido para gobernar la región de Valparaíso. Tampoco se puede olvidar que nuestra región necesita un líder concentrado en nuestros problemas, en nuestros dolores, en nuestras necesidades.
¿Alguien en Arica o en Copiapó sabrá quién es Rodrigo Mundaca? Pero todos en la región sabemos que necesitamos un nuevo Hospital Van Buren. Todos en la región sabemos que necesitamos tener una locomoción colectiva decente, que sirva, que funcione y que no se transforme en un peligro para pasajeros y transeúntes. Necesitamos tener certezas de proyectos emblemáticos como el tren a La Calera y a Santiago. Necesitamos recuperar el liderazgo sudamericano en el mundo portuario. Consolidar los corredores bioceánicos con nuestros países vecinos. Tenemos que tener claridad dónde botaremos la basura en dos años más.
Sabemos que las competencias del Gobernador no pueden solucionar muchas de estas cosas, pero siempre creímos que él sería el líder de una región, que esa pachotada que tiene en su actuar la iba a poner para liderar una región con una altura de miras distinta, que íbamos a dar la pelea juntos por los temas que nos interesan. Pensamos que esa objetividad en sus palabras nos iba a dar la esperanza de que teníamos a una persona distinta, que no tenía proyectos personales, que se ponía al servicio de su gente, pero todo parece indicar que “el humo” se le subió a la cabeza, que se mareó más que un poco. Quizás tanto viaje a Nueva York o a Europa pudo influir. Esperamos que la próxima vez que nos refiramos a él podamos decir: “puso los pies en la tierra”, y que lo escuchemos con ideas y proyectos, y defensas concretas de los temas que a nuestra región le importan.
