El presidente de Blanco y Negro fue hasta una clínica a constatar lesiones por lo ocurrido, retirándose posteriormente en silla de ruedas, con cuello y bota ortopédica.
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El ambiente en Blanco y Negro es un verdadero escándalo. El miércoles se realizó una reunión de directorio de la concesionaria que administra a Colo-Colo, la cual terminó abruptamente por una supuesta agresión de puño al presidente Aníbal Mosa, por parte del director Carlos Cortés.
El timonel de la sociedad anónima fue hasta una clínica y constató lesiones. Después, se retiró del recinto en silla de ruedas, con cuello y bota ortopédica.
En las últimas horas, testigos entregaron su versión sobre el incidente, el cual se habría producido porque Mosa quiso imponer un nombre para el nuevo gerente de operaciones, lo cual no gustó y se desató una discusión que incluyó amenazas e invitaciones a pelear.
"Se trenzaron en una discusión Mosa con Cortés. Mosa lo provocó repetidamente. No recuerdo si con insultos, pero al menos dos veces lo invitó a pelear afuera, ante lo cual Cortés se paró y fue hacia Mosa", relató uno de los presentes a El Mercurio.
"Mosa inmediatamente retrocedió, se enredó con algo y se fue al suelo. Pero no hubo golpes, nunca hubo golpes", añadió.
En tanto, otra fuente agregó que el mandamás de Colo-Colo dejó su asiento para ir en dirección a Cortés cuando se tropezó con los cables usados para proyectar una presentación y cayó, "pero no le pasó nada".
Por su parte, Carabineros consignó que "durante la discusión de algunos puntos de la reunión, Carlos Cortés Guzmán, director de Blanco y Negro S.A., se ofuscó y agredió físicamente a Aníbal Mosa con golpes de puño en el rostro y patadas en la pierna izquierda. Posterior a la agresión, Cortés Guzmán se retiró rápidamente del lugar, desconociéndose su paradero actual".
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