Un grupo de sujetos lanzó fuegos de artificio y bombas de ruido cuando se disputaban los primeros 30 minutos del partido.
A tres días de los serios incidentes ocurridos en el clásico entre Universidad de Chile y Universidad Católica en el estadio Ester Roa Rebolledo, finalmente se liberó el informe del árbitro del cotejo, Francisco Gilabert.
En el escrito, el juez de la brega apuntó que en el minuto 31 "se produce una serie de detonaciones de fuegos de artificio y bombas de ruido lanzadas desde la tribuna oficial del estadio y que cayeron al perímetro del terreno de juego, en el sector donde se ubican los cuerpos técnicos, profesionales de la transmisión oficial y cuarto árbitro".
En la misma línea, el colegiado aseguró que "dichas detonaciones provocaron traumas auditivos en el cuarto árbitro y también en uno de los camarógrafos de la transmisión oficial".
"Frente a dicha situación me vi en la obligación de detener el juego para que el personal médico asistiera al cuarto árbitro y al camarógrafo, instruyéndose por mi parte que el equipo arbitral se retirara hacia los camarines, momento en el cual continuaban las detonaciones y el lanzamiento de al menos 4 bengalas", prosiguió el réferi.
Por último, Gilabert indicó que "luego, en el sector de camarines se desarrolló un comité de crisis en conjunto con las autoridades policiales, de gobierno local, representantes de Estadio Seguro y Gerente del Ligas Profesionales, donde se realizó una evaluación completa de la situación, llegándose a la determinación por parte de la autoridad administrativa de que el partido debía suspenderse toda vez que no se reunían las condiciones de seguridad para que la actividad pudiera continuar desarrollándose en forma normal y sin riesgo para las personas en general".
Cabe recordar que este martes, desde la ANFP deslizaron que el encuentro podría retomarse los días 17, 23 o 24 de mayo, lo cual aun no ha sido confirmado por la asociación.
PURANOTICIA