Los jugadores de San Luis se retiraron de inmediato a los camarines y algunos minutos después el árbitro del cotejo, Claudio Díaz, ordenó la suspensión del encuentro debido a que no había garantías para seguir disputándose el encuentro.
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Era un partido clásico y también definitorio el que jugaban este domingo Unión La Calera y San Luis de Quillota por la Copa Chile, en el estadio Nicolás Chahuán.
Es por eso que la dirigencia local pidió a las autoridades regionales que los hinchas visitantes pudiesen asistir al encuentro. Era una apuesta, sin embargo todo terminó mal.
Y la apuesta fue fallida porque cuando el encuentro estaba jugándose en los 50 minutos, con el marcador 0-0, desde el sector calerano se lanzaron fuegos artificiales y una bomba de estruendo al lugar donde estaban apostados los hinchas quillotanos que estalló muy cerca de un niño quién terminó herido.
De inmediato desde la banca de San Luis los integrantes del cuerpo médico ingresaron al lugar dode se encontraba el joven para darle ayuda, derribando la teja de contención.
En el lugar se constató que el menor sufrió un a conmoción y que otras dos personas más resultaron heridas, una de ellas, al parecer, con una lesión en la mano, producto de una esquirla.
Los jugadores de San Luis se retiraron de inmediato a los camarines y algunos minutos después el árbitro del cotejo, Claudio Díaz, ordenó la suspensión del encuentro debido a que no había garantías para seguir disputándose el encuentro.
Ahora será la ANFP la que deberá reunir todos los antecedentes y decidir si el partido se sigue jugando sin público o si se le dan los puntos a San Luis de Quillota.
La Copa Chile también se definirán en los pasillos de Quilí por obra y gracia de la violencia.
PURANOTICIA
