¿Errores en el diseño o una sobrecarga? Expertos desmenuzan las fallas detrás del socavón en el límite entre Reñaca y Concón

Una de las emergencias más importantes que ha dejado el paso del sistema frontal por la región de Valparaíso ha sido el desprendimiento del material que daba sustento a la vía por la cual se accede a un edificio de Cochoa, en el límite entre Reñaca y Concón.

El hecho se suma al registrado el sábado 19 de agosto cuando una situación similar ocurrió en la parte baja del mismo sector, con desprendimiento de arena del campo dunar hacia el camino costero, que mantiene su tránsito cortado desde entonces. 

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Ambas emergencias tienen un denominador común: el colapso del colector Reñaca Norte, obra construida el año 2005 por la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), del Ministerio de Obras Públicas (MOP), con la intención de extraer las aguas lluvia desde diferentes sectores aledaños y en base a la urbanización de entonces, con una cantidad de edificios muy diferente a la que existe en la actualidad.

Tomando en consideración esto último, la DOH emitió el año 2017 un informe técnico, el cual no era favorable respecto a la ampliación de los ramales, ya que muchos de los nuevos edificios construidos se conectaron al mismo colector, que mantenía las mismas características originales de hace más de una década.

Con estos antecedentes, el pasado 10 de agosto, a raíz de precipitaciones, el colector Reñaca Norte colapsó. Y aunque se trabajaba en la elaboración de las bases para una licitación exprés que subsanara el problema, el deslizamiento de arena del 19 de agosto cambió los planes, los que nuevamente se vieron truncados este 22 de agosto con el desprendimiento en la parte superior, evacuación del edificio Kandinsky incluida.

Conocida la cronología del desastre, ahora resta dilucidar dos cosas: de quién es la responsabilidad y qué originó el problema. Respecto a lo primero, se dará inicio a una investigación para determinar las culpas, aunque la alcaldesa Macarena Ripamonti ya adelantó que sería del MOP, como responsable de la construcción del colector. Acerca de lo segundo, Puranoticia.cl conversó con tres expertos en la materia.

Si bien, recién se están haciendo las evaluaciones con los equipos técnicos del MOP, hay dos posibilidades que se barajan hasta el momento: primero, que la obra que data del año 2005 se haya diseñado de manera inadecuada y; segundo, la posibilidad de una sobrecarga a raíz del aumento de los ramales el año 2017.

Puranoticia.cl conversó con Matías Cabezas, ingeniero y jefe de carrera de Técnico en Construcciones Civiles del CFT Santo Tomás de Viña del Mar, quien comenzó señalando que "si fue un tema del colector de aguas lluvia, van aumentando los empujes al muro de contención. Hay que analizar la causa, porque puede ser un tema de diseño, un tema de ingeniería o un problema en la ejecución".

En ese sentido, precisó que "en la etapa de diseño se tienen que contemplar los empujes que correspondan para yo diseñar esa estructura en sí. Esa es la forma de primero analizar, identificar las causas del problema, pero si se presenta un peligro de colapso, sin dudas hay que tomar las medidas correspondientes y dar la orden de desalojo de la zona para no tener problemas con las vidas humanas".

El experto también ahondó en la teoría de la sobrecarga como la causa del socavón en Cochoa, diciendo que "los diseños se basan en una condición de momento, pero a futuro siempre hay consideraciones que van a ir alterándolo, porque aumentan las cargas y se van uniendo al colector. Entonces los empujes van aumentando y todo eso afecta. Todo lo que genera carga va aumentando los empujes". 

También enfatizó en que "es vital el estudio de mecánica de suelo para ver el comportamiento de los suelos en particular, cómo se comportan con carga, con el agua, entonces hay que hacer análisis, hacer una dinámica de suelo y verificar el diseño. Todo eso va de la mano. Todos los suelos, al ser distintos, requieren medidas diferentes".

En busca de más respuestas, Puranoticia.cl también consultó la opinión de Matías Valenzuela, doctor en Ingeniería en Construcción y docente de la Escuela de Ingeniería en Construcción y Transporte de la Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), quien dijo que "el colapso del colector está vinculado a una sobrecarga de sus caudales y como es una distribución de cada uno de los afluentes que llegan al colector, cuando estas capacidades son superadas, llevan a que la estructura no resista su capacidad".

Teniendo en cuenta que uno de los problemas más importantes de la infraestructura es el encauzamiento de las aguas, cuando éstas superan sus capacidades pueden romper los sistemas de colectores, generando el arrastre y destrucción. "Normalmente el fenómeno del agua debiese ser tratado con canalización, por lo tanto, muchas veces la problemática está en la contención y cómo encauzar las aguas para que no se generen mayores esfuerzos en las estructuras", explicó el Dr. Valenzuela. 

Si bien, el profesional aseguró que la caída de estructuras es habitual, más ahora con lluvias tan intensas, sostuvo que "cuando hay eventuales problemas asociados a una hidráulica pensada en términos de diseño, sin el cambio climático, a eso se le puede sumar un incremento de este caudal por el crecimiento exponencial de las viviendas, que aportan a ese colector, lo que ayuda al colapso de estas estructuras". 

También expuso respecto a los suelos que "la construcción en dunas no es inconveniente, siempre y cuando se alcancen las cimentaciones en sello de fundaciones, es decir en suelo competente, en buen terreno. Lo importante es que las canalizaciones de agua, tanto de alcantarillado público como de aguas lluvia, puedan ser debidamente protegidas, para que estas aguas no caigan en zonas altamente erosionables, como pueden ser las zonas de arena".

Álvaro Peña, académico de la Escuela de Ingeniería de Construcción y Transporte de la PUCV, explicó que "el colector no es el problema, sino que la protección aguas arriba para desviar y canalizar las aguas superficiales finalmente fue el causante de la socavación" en el sector donde limitan las comunas de Viña del Mar y Concón.

"La ubicación de un colector de aguas lluvia en sectores urbanos, con calles, casas y edificios colindantes, presenta grandes ventajas para garantizar una correcta recogida y conducción de las aguas pluviales, minimizando el riesgo de inundaciones y erosionando las infraestructuras urbanas", añadió el ingeniero.

A ello sumó que "más que riesgos, presenta algunos inconvenientes, como lo son desafíos de diseño para que el colector se adapte al entorno existente, lo que puede limitar las opciones y soluciones disponibles y, por otro lado, requiere de un mantenimiento mas riguroso, ya que el colector puede llenarse de sedimentos, basura y otros residuos, lo que requiere revisiones periódicas y mantenimientos preventivos para asegurar su funcionamiento óptimo".

El profesional concluyó comentando que "el mantenimiento preventivo y posterior correctivo son claves en este tipo de infraestructura. A diferencia de instalaciones en zonas más rurales o interurbanas, el costo es mucho mayor, ya que trae consigo construcciones con riesgos y sobrecargas mayores, especialmente si se requiere excavar y reubicar otras infraestructuras (como tuberías de gas, electricidad, etcétera)".

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