Conoce la historia de amor de Gustavo Cerati y la chilena Cecilia Amenábar

La relación de la chilena y el argentino fue amor a primera vista.

Viernes 5 de septiembre de 2014 a las 11:10 horas

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Espectáculos

Gustavo Cerati tenía una relación especial con Chile. No sólo porque tocó aquí varias veces en sus inicios con Soda Stereo -incluso en el Festival de Viña del Mar en 1987- sino más bien porque aquí conoció a su segunda esposa, Cecilia Amenábar, con quien tuvo dos hijos: Benito y Lisa.

Era el año 1989 y ella era una activa adolescente de 17 años que no sólo cantaba en el coro de su acomodado colegio, sino que también modelaba desde los 15 en Revista Paula. Y en ese año cumplió su sueño: conocer a Gustavo Cerati, a quien admiraba. Fue en una conferencia de prensa y se gustaron de inmediato. Tanta fue la atracción del uno por el otro que hasta se itntercambiaron los números de teléfono. 

Hace dos años él se había separado de la diseñadora argentina Belén Edwards y con Cecilia fue un flechazo. A poco de andar juntos, le mandó una carta que después se convertiría en una canción: "No necesito verte"

"Para saberlo/ Te descubrí entre el humo y la gente/ Te conozco bien/ Sos la cautiva de mis sueños/ Siempre, al despertar/ Dejo los ojos entreabiertos/ Ya no cerraré la puerta…/ No necesito verte/ Para saberlo”, escribió el trasandino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ella reveló la carta en el año 2011, en modo de homenaje a su ex marido: “Si una vez él me dedicó eso a mí, ahora de mí va para él con todo mi amor”, publicó Cecilia.

El romántico pololeo duró hasta el 25 de junio de 1993, cuando ambos llegaron con looks bien rockeros al altar en la iglesia Los Misioneros de Pedro de Valdivia Norte, ella incluso con un vestido de novia en versión minifalda, algo muy rupturista para la época, pero después, muy tradicional, hicieron una fiesta en el Club de Polo de Vitacura y se instalaron en un departamento de El Golf. Era común verlo en el club La Feria, de Bellavista y en la disquería Background.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ella ya estaba esperando a su primer hijo, Benito, que nació en noviembre y cuyo embarazo salió a relucir en el video "Te llevo para que me lleves", donde ella hizo los coros. Benito hoy también sigue los pasos de su padre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En 1996 tuvieron a Lisa y se radicaron en Buenos Aires, en una casa donde instalaron un verdadero estudio de grabaciones. De todas formas, volvían cada año para veranear en Vichuquén, uno de los lugares preferidos del músico en Chile.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Allí los dos niños comenzaron a acercarse a la música y Cecilia tras incursionar en la TV, también se dedicó por completo a la producción y a ser DJ.

En 2002 se separaron y Cerati comenzó a salir con bellas jóvenes. Siempre se mantuvieron cerca y se referían con palabras de cariño el uno al otro.

Cuando sucedió el accidente de Gustavo, ella aludió al agitado ritmo de vida que estaba llevando, pero tras conocerse su gravedad, nunca más deslizó alguna crítica. “Desde que Gustavo está en coma, es como que se apagó la mitad de mí, pero todos tenemos la esperanza de que algún día despierte de su estado. Ahora he estado completamente dedicada a darle soporte emocional a mis hijos. Apenas he hecho de DJ en un par de ocasiones, ya que no tengo la energía ni el ánimo de divertir a otra gente, pero ha llegado el momento de cambiar de piel para rehacer nuestras vidas. Benito y Lisa, que causan curiosidad en todos lados porque son Cerati y Gustavo es un ídolo, ahora son mi principal preocupación”, dijo en una entrevista.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

pn/gm